7 sitios para recordar y volver a decir: "Nunca más"
7 sitios para recordar y volver a decir: "Nunca más"

7 sitios para recordar y volver a decir: "Nunca más"

En el país hay más de treinta lugares donde se llevan adelante actividades permanentes vinculadas a la trasmisión de la memoria y la promoción de los Derechos Humanos. A 43 años del golpe de Estado, recorremos algunos y destacamos la importancia de construir memoria colectiva sobre el pasado reciente desde el arte, la cultura y la historia oral.

Los sitios de memoria del terrorismo de Estado son aquellos lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención, o donde sucedieron hechos emblemáticos vinculados al terrorismo de Estado. Algunos de estos lugares fueron reconvertidos y denominados espacios de la memoria. Allí se realizan actividades destinados a la trasmisión de la memoria, la educación y la promoción de los derechos humanos.

Conocé todos los sitios de la Memoria

En la actualidad, más de 200 lugares de represión fueron señalizados como sitios, mientras que 34 experiencias de recuperación de espacios de memoria se despliegan en distintas localidades de la Argentina. Son espacios públicos, abiertos, con entrada libre y gratuita, y con el compromiso de dar cuenta del pasado reciente, de investigar y reflexionar sobre la violencia estatal y las luchas sociales que esa violencia buscó acallar en distintos períodos de nuestra historia.

Conocé todos los espacios de la Memoria

“Los espacios de memoria buscan reconstruir y visibilizar nuestro pasado reciente marcado por el accionar del Terrorismo de Estado. Durante muchos años, luego de entrada la democracia, sectores ligados al poder político, económico y judicial expresaban que no se debía investigar lo sucedido durante la dictadura. Por esto, a través de la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia, con los Organismos de Derechos Humanos a la cabeza, es que se continúa reconstruyendo qué sucedió con las personas desaparecidas, los bebés apropiados y en diversos sectores de la estructura social”, sostienen desde el Parque de la Memoria.

  1. El Parque de la Memoria

    El Parque de la Memoria-Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, es un espacio público que se ubica sobre la costa del Río de la Plata, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se creó en 1998 y se alza como un lugar que conjuga la contundencia de un monumento donde están inscriptos los nombres de los desaparecidos y asesinados por el accionar represivo estatal, la capacidad crítica que despierta el arte contemporáneo y el contacto visual directo con el Río de la Plata, testimonio mudo del destino de muchas de las víctimas.

    Los pilares centrales: arte, memoria y derechos humanos. Se trabajan mediante una batería de propuestas, proyectos y experiencias que se crean desde las áreas de investigación, educación y arte. Realizan talleres, visitas guiadas, elaboran materiales educativos, llevan adelante proyecto de creación y de experimentaciòn artística; se encuentra a disposición una base de Datos de consulta pública con información relativa a la vida y a las circunstancias de desaparición y/o asesinato de cada una de las personas nombradas en el Monumento.
    (Paredón con los nombres de los detenidos desaparecidos).

    “La función pedagógica de los espacios de memoria es ser disparadores para repensar nuestra época más oscura. A través de actividades educativas con escuelas, actividades culturales para diversos públicos y centros de investigación y documentales es que se evidencia a la sociedad que implicó el Terrorismo de Estado en la Argentina. Por esto, es que a través de visitas a los espacios o los materiales que se generan desde éstos, intentamos comprender y profundizar el conocimiento acerca de lo sucedido en la última dictadura. Como así también, qué sectores de la sociedad estuvieron involucrados”, explican.

    (Vista aerea del parque).

    “En los espacios de memoria se debate sobre el pasado y el presente, porque reconstruir nuestra historia nos permite comprender el presente, y al mismo tiempo, evidenciar las luchas que da la sociedad hoy en día".

    Los espacios

    En todo el país, se formó un entramado de focos de resistencia, lucha, tortura y detenciones. Recuperada la democracia, los organismos de derechos humanos, los sobrevivientes, los familiares y compañeros de los detenidos-desaparecidos, lideraron el reclamo de juicio y castigo a los responsables de los crímenes y la reconversión de estos sitios del horror y de la resistencia, en espacios para la memoria.

  2. Casa Mariani - Teruggi (La Plata)

    Ex casa operativa de Montoneros, escenario de la Masacre de la Calle 30. La Casa Mariani-Teruggi, la casa de los conejos, es un testimonio palpable, una prueba del horror y de resistencia.

    El 24 de noviembre de 1976, alrededor de las 13:15, la casa del matrimonio Mariani-Teruggi fue atacada y saqueada por las fuerzas del Ejército y la Policía Bonaerense, conducido por Ramón Camps y Miguel Osvaldo Etchecolatz. El operativo duró cerca de cuatro horas. Los vecinos de La Plata todavía recuerdan estremecidos los estruendos de las ametralladoras, fuego de mortero y bombas de fósforo que retumbaron por toda la ciudad.

    En ese ataque armado, asesinaron a Diana Teruggi y a sus compañeros de militancia: Daniel Mendiburu, Roberto César Porfidio, Juan Carlos Peiris  y Alberto Oscar Bossio. Daniel Mariani, quien no estaba en la casa al momento del ataque, fue asesinado ocho meses después.

    Clara Anahí, la beba de tres meses, hija del matrimonio, sobrevivió al operativo y fue apropiada. Desde entonces, sus familiares y amigos la buscan. Su abuela paterna, “Chicha” Mariani, fue una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.
    (Clara Anahí, hija del matrimonio Mariani-Teruggi)

    La Casa fue un centro operativo de la organización Montoneros. Allí, bajo la fachada de un emprendimiento de conservas de conejos, funcionaba una imprenta clandestina donde se confeccionaba la revista “Evita Montonera”.
    (Pared que escondía la imprenta).

    Luego del ataque, la Casa permaneció con custodia policial cerca de un año. Más tarde, la casa fue invadida y saqueada en varias oportunidades. Se instalaron allí distintas agrupaciones políticas, y en 1998, la casa fue devuelta a sus familiares, donde se fundó la Asociación Anahí.

    La Casa se encuentra abierta los días sábados de 10 a 17hs para ser visitada, acompañados por las y los guías de la Asociación, que son jóvenes estudiantes secundarios o universitarios. La Asociación lleva adelante un Archivo abierto a la comunidad, que forma parte del archivo “Memoria del Mundo” de la Unesco, un Patrimonio Documental sobre Derechos Humanos de la Argentina relativo al período 1976-1983.

    “En esta casa está toda la historia de mi familia, de mi hijo y de mi nuera, que era como una hija también, y espero que la casa esté viva siempre como lo está ahora, por el recuerdo de ellos y para que perdure la memoria, para que no vuelva a ocurrir nada parecido". (Palabras de Chicha Mariani en una entrevista al diario platense Contexto). Chicha falleció el 20 de agosto de 2018, aún buscando a Clara Anahí.

    *Fuente: Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos/asociacionanahi.org

  3. Archivo pronvincial de la Memoria (Córdoba)

    Ex centro clandestino de detención Departamento de Informaciones de la Policía de la provincia de Córdoba (D-2). El Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba (D-2) fue uno de los más importantes centros clandestinos de detención que funcionaron en la provincia. Operó desde 1974 hasta 1983, a la vista de todos, en pleno centro de la ciudad.

    El edificio parece un laberinto: muchas habitaciones de diferentes dimensiones, seis patios internos y una vista a la cúpula de la Catedral. Las campanadas del templo fueron un elemento clave para que los sobrevivientes puedan reconocer su lugar de cautiverio.

    Más de mil prisioneros pasaron por allí durante los años ’70. Algunos fueron liberados, otros asesinados o desaparecidos. Militares y policías se encontraban en el D-2 para coordinar los planes de secuestros, tortura y derivación de prisioneros a otras dependencias.

    En marzo del 2006, el Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba se convirtió en el primer espacio recuperado en la provincia de Córdoba y se creó la Comisión y el Archivo Provincial de la Memoria.

    Desde su recuperación, el espacio fue transformándose gradualmente. El Archivo Provincial de la Memoria reúne un importante acervo de documentación pública y privada sobre el pasado reciente. Trabajan en la conversación de documentos relacionados con el accionar represivo, en la investigación y análisis de documentos. Llevan adelante un Archivo Audiovisual y Archivo de Historia Oral que recopila historias orales de las detenciones en el D2 durante los años cincuenta, sesenta y setenta.

    En el espacio también crea, invita y comparte muestras y exposiciones artísticas. La sala permanente “Vidas para ser contadas” recopila textos, fotografías y objetos que reconstruyen las historias de vida de los detenidos-desaparecidos. Además, cuenta con una biblioteca de libros prohibidos durante la dictadura en la que se realizan actividades para estimular de manera lúdica la lectura y para la producción de textos.
    El Museo de Sitio del Archivo Provincial de la Memoria puede visitarse de martes a viernes de 10 a 18, en Pasaje Santa Catalina 66, Provincia de Córdoba, Argentina.

    *Fuente: Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos / www.apm.gov.ar

  4. Casa por la Memoria (Chaco)

    La Brigada de Investigaciones, ubicada en el centro de la ciudad de Resistencia, fue el mayor centro clandestino de detención, tortura y exterminio del noreste argentino. Funcionó entre marzo de 1976 y principios de 1978. Contaba con calabozos de máxima seguridad, de acceso restringido, vigilancia las 24 horas y un sótano acondicionado especialmente para la tortura, ubicado debajo de la sala de sesiones de la brigada.

    (Ex centro clandestino de detención Brigada de Investigaciones de la Policía de la provincia del Chaco).

    “La sangre derramada no será negociada” y “Firmeza y luz, como cristal de roca”, son dos de las frases que en de 2008 el Equipo Argentino de Antropología Forense encontró talladas en las paredes del sótano donde funcionó la Brigada de Investigaciones de la Policía de la provincia del Chaco.

    La primera frase hace referencia a los asesinados en la Masacre de Trelew, el 22 de agosto de 1972, y la segunda forma parte del poema “Gloria”, del trovador mexicano Alfredo Jiménez. También encontraron una picana a pila, pedazos de un arma de fuego, los restos de una instalación eléctrica y un desagüe cerca del techo (lo que corrobora los testimonios de colgamientos de un caño).

    Al edificio de la ex Brigada, hoy se conoce como “Casa de la Memoria”, gracias a la participación constante de los organismos de derechos humanos de la provincia que pelearon porque ese sitio se convirtiera en un Espacio para la Memoria. Desde el 2005 funciona allí la Comisión Provincial por la Memoria, conformada a su vez por el Registro Único de la Verdad (RUV) y el Museo de la Memoria.

    En la Casa de la Memoria se siembran proyectos que promueven el fortalecimiento de la memoria social, la verdad histórica, la justicia para los crímenes de lesa humanidad y el respeto a los derechos humanos.
    Si querés visitas la Casa de la Memoria: Marcelo T. de Alvear 32 - Resistencia (Chaco).Tel 3624-453223 / [email protected]

    *Fuente:  Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural,Ministerio de Justicia y Derechos Humanosn / cpm.chaco.gov.ar. Fotos: Diario La voz de Chaco / cpm.chaco.gov.ar

  5. Sitio de la Memoria El Chalet - Hospital Posadas (Buenos Aires).

    Durante la construcción del hospital Posadas, en el barrio bonaerense de El Palomar, en los años 50, también se construyeron cuatro casas para que las autoridades del hospital puedan vivir allí y estar disponibles en cualquier momento. En la casa que se conocía como “el Chalet” vivió el Dr. Julio Rodríguez Otero y su familia, durante el periodo 1971/1976. El Chalet era un espacio de encuentro y trabajo informal de los trabajadores. Rodriguez Otero tenía el ideal de una institución de Salud verdaderamente pública, un hospital abierto a la comunidad.

    El 28 de marzo de 1976, el hospital fue ocupado por el Ejército para desmantelar la organización sindical y la participación social en el Hospital, lindero con el barrio Carlos Gardel, uno de los más populares de la zona.

    Con la excusa de que éste era un Hospital de guerrilla para la atención clandestina de heridos, que funcionaba como depósito de armas y centro de adoctrinamiento ideológico, de la existencia de un túnel y de la desaparición de ropas y equipos, el Hospital fue ocupado militarmente con el objetivo explícito de acabar con las supuestas “actividades subversivas” que tenían lugar en la institución.
    (Personal del Hospital, 1974).

    Las Fuerzas Armadas conducidas por el General Reynaldo Benito Bignone ocuparon el Hospital con tanques, helicópteros y personal militar fuertemente armado. El grupo parapolicial SWAT tomó el mando hasta enero de 1977. Tanto el Chalet como el dispensario fueron utilizados como lugar para las detenciones ilegales, el horror, la tortura y desaparición. En investigaciones posteriores, todas las versiones que motivaron la ocupación militar del Hospital fueron desautorizadas y desechadas.

    Con la vuelta de la democracia, El Chalet se transformó en una escuela primaria para los hijos del personal y para los niños del barrio. En 1999, la escuela primaria se mudó y se inauguró, en su lugar, una Escuela de Enfermería.

    En el año 2005 Secretaría de Derechos Humanos de la Nación nombró a El Chalet “Sitio de Memoria”, y en junio de 2009 se abrió el aula “Los Compañeros”, donde funciona la sede de la Comisión de DDHH del Hospital.

    *Fuente: hospitalposadas.gov.ar / Bertoia, L. C. (2013). La dictadura en el Hospital Alejandro Posadas

  6. Espacio para la Memoria Casa Grande  (Mendoza)

    En la década de 1920, Emanuele Cerutti compró un predio de 25 hectáreas en Chacras de Coria, un pueblo chico en las afueras de Mendoza. Allí había una gran casona construida en adobe en el siglo XIX a pedido del inmigrante italiano Giusseppe Mazzolari. La casona contaba con diez habitaciones, patio central y un jardín con una pileta que se usaba para almacenar vino.

    Tres generaciones de Cerutti vivieron allí. En la década del ‘70, Victorio Cerruti se dedicaba a la vitivinicultura y era el presidente la sociedad Cerro Largo SA.

    En la madrugada del 12 de enero de 1977, el Grupo de Tareas (GT) 3.3.2 de la Armada Argentina, bajo las órdenes del entonces almirante Emilio Eduardo Massera, irrumpió en la propiedad, secuestró a Victorio Cerutti (de 75 años) y a su yerno, el ingeniero agrónomo, Omar Raúl Masera Pincolini. Saquearon, además, los objetos de valor que encontraron en el predio y robaron sus autos.

    Cerutti y su yerno fueron llevados al centro clandestino de detención que funcionó en la ESMA. Bajo tortura se obtuvo el traspaso de las tierras de Chacras de Coria a la firma Will-Ri SA, cuyos titulares eran Federico Williams y Héctor Ríos, nombres falsos de los represores del GT 3.3.2, Francis William Wahmond y Jorge Rádice, respectivamente. La nueva sociedad tenía el mismo domicilio que el Partido para la Democracia Social que lideraba Massera.

    El robo y la transferencia de bienes se concretó con el secuestro del abogado de la firma, Conrado Gómez y su contador, Horacio Mario Palma, los otros socios de Cerro Largo. Victorio Cerutti, Omar Raúl Masera Pincolini, Conrado Gómez y Horacio Mario Palma continúan desaparecidos.

    La Casa Mazzolari-Cerutti estuvo a punto de ser convertida en un supermercado y fue impedido gracias a la resistencia de las nietas de Cerruti junto a los vecinos de Chacras de Coria y a la declaración de Patrimonio Histórico por parte de la Municipalidad de Luján de Cuyo.

    En diciembre de 2014 fue expropiada bajo la ley nacional 27.047. La casona, que es uno más de los tantos ejemplos de los delitos económicos perpetrados por la última dictadura, es hoy un Espacio y Archivo para la Memoria.

    Si querés visitar el Espacio de Memoria “Casa Grande”: Viamonte 5329, Chacras de Coria, Luján de Cuyo / [email protected]

    *Fuentes: Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos / lujandecuyomza.blogspot.com / Fotos:www.correveidile.com.ar /

  7. Escuelita de Famaillá. Ex centro clandestino de detención (Tucumán)

    En febrero de 1975, miles de soldados y oficiales, con tanques, helicópteros y material militar desembarcaron en Tucumán para llevar adelante el "Operativo Independencia", la primera experiencia masiva y sistemática de implementación del terrorismo de Estado en Argentina. Buscaban "neutralizar el accionar de elementos subversivos en la provincia de Tucumán”.

    El operativo que se puso en marcha y la ex escuela "Diego de Rojas", ubicada 400 metros de la plaza principal de la ciudad, se convirtió en el primer centro clandestino de detención del país. Por allí pasaron más de 1000 hombres y mujeres, con la singularidad que no se han encontrado sus restos óseos.

    La ex escuela "Diego de Rojas" fue construida entre 1972 y 1974, pero se inauguró con fines educativos en 1978.  Sin certezas sobre la fecha exacta, se cree que desde febrero de 1975 y hasta marzo de 1976, funcionó como centro clandestino de detención. Recuperada la democracia, y tras varios años de demandas por parte de los organismos de Derechos Humanos, la escuela se trasladó a otro predio y en agosto de 2012, la “Escuelita de Famaillá”, fue señalizada como Sitio de Memoria.

    La Escuelita cuenta con comprometido equipo de trabajo, que llevan adelante diversas propuestas pedagógicas y actividades para trabajar con la comunidad.

    María Cornejo, una de las coordinadoras del Espacio para la Memoria, cuenta: que "con los equipos educativos trabajamos recorridos históricos guiados por todo el sector que funcionaba como centro clandestino y el recorrido termina en un taller de comunicación y memoria. Nunca terminamos la visita en la sala de tortura, que es el último lugar del sitio, al fondo de un pasillo. Decidimos no terminar ahí porque lo que nos importa es pensar cómo esa historia nos atraviesa hoy a nosotros como tucumanos/as, cómo pensamos este presente y podemos modificar el futuro”.

    “A la escuelita vienen muchos jóvenes y muchos estudiantes de escuelas de la provincia, y nos centramos en trabajar asociaciones con su propio presente. Hace poco nos visitaron chicos de un Instituto de Menores. Esos chicos, cuando pasamos por sala de tortura, asociaban con lo que les pasaba en las comisarías. También asociaban con que, en el pasado reciente, al rebelde se lo asesinaba y ahora se usa la droga para manter a los jóvenes controlados. Sus asociaciones son producto de lo que les pasa ahora, en su presente, su propio cuerpo. Y eso, como equipo educativo, nos permite orientarnos en el trabajo con adolescentes, para que no crean que la visita es una clase de historia que no les sirve para entender el presente que tienen. Estos espacios tienen historias pesadas y es necesario que sean transcurridos, visitados, comprendidos desde el hoy, porque  presente y futuro se quedan sin una pata si no conoces la historia de dónde venís”.

    Si querés visitar la Escuelita podés escribir a [email protected] o llamar al 54 9 381 467-1801

    *Fuentes y fotos:www.escuelitadefamailla.org