Elsa Bornemann, abanderada de la literatura infantil y juvenil
Elsa Bornemann, abanderada de la literatura infantil y juvenil

Elsa Bornemann, abanderada de la literatura infantil y juvenil

Letras
Efemérides
Docente y escritora infantil de varias generaciones de niños y adolescentes, recibió reconocimiento internacional con sus cuentos de terror, sus novelas y poesías. Falleció en Buenos Aires el 24 de mayo de 2013.
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En el verano de 1952, en el barrio porteño de Parque Patricios, nació la hija menor de los Bornemann, Elsa Isabel. Blanca Nieves Fernández era su madre, de familia española y portuguesa. Wilhelm Karl Henri Bornemann, relojero alemán, su padre. Sus hermanas mayores, Hilda y Margarita.

 

"Mamá y papá leían mucho. Mi mamá tenía los libros que no se podían leer forrados de blanco y cada vez que me quedaba sola, me iba corriendo a buscarlos. Así leí el Libro del matrimonio perfecto, Ana Karenina. Andá a saber lo que yo entendía".

 

 

"Yo siempre escribí. En la escuela me preguntaban quién me había escrito la composición. Yo decía: 'No, la escribí yo'. Me mandaron a escribir sola a la dirección y se convencieron. En el secundario se dieron cuenta antes, porque yo me ponía a leer algún libro. Venía la profesora y decía: '¿Qué está leyendo? ¡Cortázar! No se puede, no está recomendado'".

 

Elsa se recibió de maestra en la Escuela Normal Superior N° 11 Dr. Ricardo Levene, de Parque Patricios, de profesora en Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y aprobó el Seminario de Post-Grado para obtener el Doctorado en Letras. Ejerció la docencia en todos los niveles. Se especializó en Literatura Infantil y Juvenil en nuestro país, América Latina, Europa y Asia.

 

Su prolífica obra

Su carrera como escritora comenzó en 1971 con Tinke-tinke versicuentos, publicado a sus dieciocho años pero escrito a los catorce. Luego vendría Un elefante ocupa mucho espacio (1975), El espejo distraído y Cuadernos de un delfín, en 1976, El libro de los chicos enamorados y Cuentos a salto de canguro, en 1977. Dos años más tarde, El último mago o Bilembambudín.

 

 

En 1976, Un elefante ocupa mucho espacio fue elegido para integrar la Lista de Honor del Premio Internacional "Hans Christian Andersen", otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza. En 1977 este libro fue prohibido en nuestro país por relatar una huelga de animales. Bornemann recordaría años más tarde:

"La recomendación de la prohibición vino de parte de mujeres argentinas, escritoras. Lo supe cuando subió Alfonsín, cuando tuve el sumario gracias al director de la Cámara del Libro. Pero durante 30 años, los únicos problemas con mis libros los tuve por adultas y adultos. Nunca por los chicos", en entrevista con Leila Guerriero, La Nación, 24/09/2000.

"A lo largo de seis meses no pude escribir. Superado ese lapso, compuse la nouvelle titulada Bilembambudín o El último mago, publicada por Editorial Fausto y a partir de ahí continué con la escritura, contra viento y marea.

Pero la prohibición afectó particularmente mi relación con la existencia. En especial, debido a la gran cantidad de personas que decían apreciarme, quererme y que se borraron por completo a causa del decreto militar. Por extensión arbitraria del mismo tuve vedado el acceso a todo establecimiento de educación pública (de cualquier lugar de la Argentina y de cualquier nivel) hasta que terminó la dictadura", Imaginaria, 4/04/2001.

 

Entre 1976 y 1977, Bornemann estuvo a cargo de la selección literaria y la dirección de dos antologías: Estudio y antología de la poesía infantil, con 366 poemas de autores de toda Iberoamérica, una selección de juegos, adivinanzas, trabalenguas y coplas de la tradición oral. También realizó la Antología del cuento infantil, compuesta por cincuenta relatos de autores de todo el mundo, en muchos casos traducidos por ella misma.

Durante esos años, Bornemann dirigió la colección Pétalos de la Editorial Latina, quese proponía difundir buena poesía para chicos, aunque el autor no la hubiera escrito expresamente para ellos. Se trataba de libros en formato pequeño, que contenían una selección de diez poemas del autor con imágenes alusivas al texto. Para dicha tarea convocó a los artistas plásticos Alba Ponce y Guido Bruveris.

Bornemann seleccionó, entre otros, a María Elena Walsh, Fryda Schultz de Mantovani, María Hortensia Lacau, Pedro J. Vignale, Rafael Alberti, Federico García Lorca y José Sebastián Tallón.

En 1981, publicó El niño envuelto y No somos irrompibles. Su cuento Mil grullas fue incluido en el Plan Nacional de Lectura de 2011 y lo podés leer acá.

Le siguieron libros como Disparatario, Nada de tucanes, Lisa de los paraguas, Los grendelines y Puro ojos, entre otros.

Su acercamiento a la literatura juvenil llegaría en la década del '90 con Socorro, doce cuentos para caerse de miedo (1988), que es, probablemente, su obra más popular. Llegarían también La edad del pavo, Queridos monstruos, No hagan olas, Socorro diez. Por último, Sol de noche y  Amorcitos sub-14, ya entrados los 2000.

 

"La literatura infantil es muchas veces vista como literatura de segunda. A mí el interlocutor adulto no me interesa tanto como los chicos. Me gusta ser de los primeros escalones. Que les pase a los chicos como me pasó a mí con muchos autores, que gracias a ellos seguí leyendo".

 

Junto a Laura Devetach, Ema Wolf, Graciela Montes, Graciela Cabal y Gustavo Roldán fue parte del panorama literario infantil y juvenil de varias generaciones.

 

 

Sus ilustradores

Algunos de los artistas que colaboraron en la ilustración de la obra de Bornemann para Editorial Alfaguara fueron: Alberto Pez, Muriel Frega, O' Kif, Sara Sedran, Matías Trillo, Paula Socolovsky, Sebastián Dufour, Pablo Bernasconi, Carlos Nine, Cynthia Orensztajn, Bianki, María Jesús Álvarez, Carolina Farías, Oscar Delgado, María Rojas, Huadi y Gabo León Bernstein.

 

Los galardones

Bornemann recibió prestigiosos premios durante toda su carrera literaria, entre ellos, el Premio Alicia Moreau de Justo en 1985; Premio Konex de Platino de Literatura Infantil en los años 1994 y en 2004 y el Pregonero de Honor en 2006. En 1988 y 1989 respectivamente, sus libros Bilembambudín o el último mago y Disparatario fueron seleccionados para integrar la lista The White Ravens, distinción que otorga la International Jugendbibliothek de Munich, Alemania. La autora fue además galardonada con el Premio San Francisco de Asís "por toda su obra en beneficio de la infancia".

Bornemann pasó tiempo componiendo canciones y piezas de teatro. Su obra llegó a países tan diversos como Japón, Israel, Estados Unidos, gran parte de Latinoamérica y Europa.

Elsa Bornemann falleció a sus 61 años  el 24 de mayo de 2013.

En su homenaje, el proyecto escolar Elsa Bornemann Ilustrada realizó su muestra en el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación y lo podés ver online en este link.

 

El universo de la literatura infantil y juvenil la recuerda

Verónica Sukaczer (Buenos Aires, 1968) es periodista, escritora y editora. Ha publicado libros para niños y jóvenes como El inventor de puertas, Los nombres prestados, Lindo día para volar y Nueve ratas en busca de un cuento. Recibió, entre otros, el Segundo Premio Nacional de Literatura Infantil y el premio Konex en literatura juvenil.

"Tenía seis años cuando me regalaron Tinke-Tinke, y el libro, con mis dibujos (porque tenía páginas para que los lectores dibujáramos) todavía sigue destartalado y querido en mi biblioteca. Puedo recitar de memoria, completo y perfecto, el poema de la mandarina Corina, y declamar una versión personal del poema del tomate muerto.

La poesía de Bornemann, llena de humor y de juego, era muy diferente a la poesía que se aprendía en los colegios en los años '70. Tal vez fue esa mezcla explosiva, hermosa, única, la que hizo a nuestra generación. El libro de los chicos enamorados fue el lugar donde viví mi infancia. 

En mis veintipocos, cuando quise escribir para chicos, volví a la poesía de Bornemann y descubrí sus cuentos. Un día, en la Feria del Libro en el viejo Centro Municipal de Exposiciones, quedé sentada en una mesa larga a su lado, con sensación de esto no me está pasando a mí. ¡Quedé sentada al lado de Elsa Bornemann!

Elsa prologó mi primer libro, uno que nadie conoce y se titula Ventana de la imaginación. Es el prólogo más hermoso del mundo. Cuando mi hijo mayor empezó primer grado en un aula que llevaba su nombre se me ocurrió pedirle unas palabras de bienvenida y ella envió un poema para todos los chicos. Y así la vida, siempre, atravesada por sus textos.

Poco tiempo después de su muerte me enteré de que su biblioteca personal se había vendido a una librería de viejo de la avenida Corrientes. Nunca tengo la plata que quisiera para libros pero allá fui, a rescatar lo que se pudiera, a guardar y atesorar los libros que ella había leído, que es lo que me gustaría que alguien hiciera alguna vez con los míos".

 

Graciela Repún (Buenos Aires, 1951) ha escrito más de 120 libros entre cuentos, poesías, obras de teatro, biografías y novelas. Su obra ha sido publicada en varios países de Latinoamérica y Europa. Entre sus distinciones figuran la Mención en el premio Coca-Cola de las Artes y las Ciencias, por su cuento El Capitán Pelado; Primera Mención Concurso Fundación del Libro, por Los locos Kepún; White Ravens 2002, otorgado por la Biblioteca de Munich, por Leyendas Argentinas, entre otros.

"Mi cuento 'El capitán pelado' quedó seleccionado junto a los de Adela Basch, Ricardo Mariño, Toty Leiguarda, Miguel Angel Molfino. Entre el jurado se encontraba Elsa que a partir de ese momento, cuando se cruzaba conmigo en la Feria del Libro, se detenía a charlar conmigo, haciéndome sentir cálidamente privilegiada. Años más tarde, comencé a coordinar talleres literarios y tuve al comienzo grupos de chicos y de adolescentes. Eran, en su mayoría, chicos enamorados. Amaban los libros de Elsa. Traían a los encuentros sus ejemplares queridísimos, leidísimos, suspiradísimos y los compartíamos co-suspirando, co-asustándonos y co-disfrutándolos en voz alta. Mi último contacto con Elsa fue en el 2007 a través de un homenaje en el que participé como oradora".

 

Gabriela César, librera de El libro feroz, recuerda:

"Hemos crecido junto a sus libros. Sus palabras son parte de nuestra historia. Y a pesar que hace ya muchos años que no la tenemos con nosotros, sus libros continuaron propagándose, pasando de mano en mano, de generación en generación y conquistando nuevos lectores. 'Dibujando puentes, diría Elsa. 

Una de las cosas más interesantes que tiene su literatura es no menospreciar al joven lector. Si bien es consumida ávidamente por el público infantil, no se agota ni se cierra. Su mundo imaginario de la niñez se expande, ramifica e invade sin pedir permiso.

El compromiso con la realidad y con el valor estético se conjugan en su obra como un estandarte de libertad. Esa misma libertad ganada que observamos hoy en la literatura infantil, donde por suerte ya no hay temas tabú, donde los libros no cierran sentido sino que permiten a los jóvenes lectores abrir nuevas lecturas".

Melina Pogorelsky (Buenos Aires, 1979) se dedica a la escritura y a la docencia. Coordina talleres de creación literaria y ha publicado diversos libros para chicos y jóvenes, como Los Súper Minis, Una ciudad mentirosa y Si te morís, te mato, entre otros. Su novela Como una película en pausa recibió el premio Alija en la categoría Novela Juvenil y el Premio Fundación Cuatrogatos.

"Lo que yo puedo decir de Elsa es muy personal: ella me abrió una puerta como lectora, fui una lectora ferviente de sus libros y porque me abrió una puerta, yo creo, como escritora. Leyendo el cuento "La casa viva", de Socorro, podía sentir el sabor de la sal, de esa casa de playa, podía sentir el terror, el miedo soplándome la nuca mientras leía y me acuerdo de haber pensado "¿esto se puede hacer con palabras, esto está haciendo esta autora con las palabras, me está generando esto en mi cuerpo, un efecto físico al leer". Para mí eso fue un antes y un después. Tenía nueve años y empecé a escribir. Tengo muy presente en mi escritura eso que uno con palabras puede generar en el otro, y se lo debo a Elsa Bornemann. 

Por otro lado, me reencuentro con su escritura muchísimos años después dando clases, trabajando con chicos, dando talleres de creación literaria, como maestra. Sus ibros siguen siendo vigentes, hermosos, innovadores, maravillosos, cálidos, sorprendentes. Es una escritora que se queda para siempre con nosotros".

 

 

Fuentes: Sitio oficial Elsa Bornemann, La Nación, Chicos y Papás, Elsa Bornemann Ilustrada, Revista Imaginaria, Educar: Elsa Bornemann (1952-2013): la escritora que les hablaba a los chicos, Mónika Kilbanski.

 

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