"Tras las huellas de la jaula dorada”, en el Museo Roca
"Tras las huellas de la jaula dorada”, en el Museo Roca

"Tras las huellas de la jaula dorada”, en el Museo Roca

Se trata de una muestra sobre Eduarda Mansilla, en la que se organiza un encuentro de lectura y música, basado en cuentos para niñas y niños escritos por quien fue considerada la primera novelista argentina. En esta nota, te contamos más sobre la vida y obra de una de las mujeres más importantes de la cultura nacional.

Eduarda Damasia Mansilla nació el 11 de diciembre de 1834 en la Ciudad de Buenos Aires. Perteneció a una familia social y económicamente acomodada, con un linaje ligado estrechamente a la política y a la cultura. En ese aspecto, Eduarda se desempeñó como compositora, cronista y escritora de ficción, además de incursionar y cautivar con el canto lírico.

Era hija de un guerrero de la Independencia, el general Lucio Norberto Mansilla, considerado un héroe de la batalla de la Vuelta de Obligado; hermana del reconocido político y escritor Lucio Victorio Mansilla -autor, entre otras obras, de Una excursión a los indios ranqueles-, y la sobrina preferida del influyente político y militar Juan Manuel de Rosas, gobernador de la Confederación Argentina desde 1831 a 1861. Eduarda fue la quinta hija de su padre y la segunda de Agustina Ortiz de Rozas (hermana menor de Juan Manuel), luego de que Lucio Norberto enviudara de su primera esposa, Polonia Durante Olivares.


Foto: retrato de Eduarda Mansilla.

Madre de sies hijos -Eduarda, Manuel José, Rafael, Daniel, Eduardo y Carlos-, fue una mujer adelantada, y a los 45 años, a pesar de los prejuicios, tomó la decisión impensada de separarse de su marido, habiendo antes recorrido con él grandes ciudades de Europa y Estados Unidos. Para una mujer de su época y de su estrato social, el hecho fue calamitoso, más habiendo contraído nupcias a los 21 años con el diplomático Manuel Rafael García Aguirre, hijo del también diplomático Manuel José García, un unitario y gran opositor de Juan Manuel de Rosas. En aquel contexto puritano y patriarcal, y a pesar de su prosa majestuosa, ese hecho no hizo más que cerrarle puertas.


(Eduarda Mansilla y familia. Frederick f Gutenkunst. Coleccion privada).

Eduarda se destacó más por su lucidez y sensibilidad, desplegada en su obra literaria, que por ser la primera novelista argentina en publicar. También escribió en francés, y manejó tan bien el idioma que su prosa despertó la admiración del propio Víctor Hugo. 

"Su libro me ha cautivado. Yo le debo horas cautivantes y buenas. Usted me ha mostrado un mundo desconocido. Escribe una excelente lengua francesa, y resulta de profundo interés ver su pensamiento americano traducirse en nuestro lenguaje europeo. Hay en su novela un drama y un paisaje: el paisaje es grandioso, el drama es conmovedor. Se lo agradezco señora, y rindo a sus pies mis homenajes".


Foto: tapa de Pablo ou la vie dans les pampas.

La cita del escritor francés Victor Hugo se debe a la tercera obra de Eduarda, Pablo ou la vie dans les pampas, o Pablo o la vida en las pampas, obra que primero apareció en distintas entregas de la revista L’artiste, y editada luego, en 1869 como libro por la editora E. Lachaud.

Daniel, Alvar y Eduarda

No fue para evitar los prejuicios sobre las mujeres sino una obligación editorial: publicar sus dos primeras obras bajo el seudónimo de “Daniel”. Estas fueron El médico de San Luis, editada en Buenos Aires en 1860, y Lucía Miranda, en el mismo año, dedicada al personaje femenino del fuerte de Sancti Spiritu, el primer asentamiento europeo en Argentina, a orillas del río Carcarañá, fundado en 1527 por el veneciano y navegante Sebastián Gaboto. 

Su obra versa sobre las sociedades indígenas y sobre la violencia política, aunque también incurisionó en el periodismo a través de la crónica. Solía firmar sus artículos con el sobrenombre de "Alvar".

En materia de letras, fue gran admiradora de Jean de La Fontaine y Hans C. Andersen, el poeta danés y escritor de cuentos clásicos para niños y niñas, como el "El patito feo", "Pulgarcita" o "El soldadito de plomo". Su incursión en el género provocó nuevos elogios, tras publicar Cuentos, en 1880, lo que significó el primer volumen de narraciones infantiles confeccionadas para niñas y niños argentinos. Domingo Faustino Sarmiento le dedicó un extenso artículo en El Nacional por esta entrega.


Foto: Cuentos, de Eduarda Mansilla. Tapa original.

“Eduarda ha pugnado como mujer diez años por abrirse las puertas cerradas a la mujer, para entrar como cualquier cronista o reportero en el cielo reservado a los escogidos machos, hasta que al fin ha obtenido un boleto de entrada, a su riesgo peligro”.


Foto: esta reliquia que puede verse en el Facebook de Eduarda Mansilla Ortiz de Rozas de García, muestra el libro que la autora le regaló y dedicó a Domingo Faustino Sarmiento. El ejemplar descansa en la Biblioteca de Berlín.

La escritora e investigadora María Rosa Lojo escribió sobre la autora:

"Existen muchos motivos por los cuales Eduarda Mansilla debe ser recordada y releída. Porque llevó a la narrativa el ámbito aborigen como espacio humano, social y cultural, en una novela juvenil de asombrosa complejidad (Lucía Miranda), antes de que lo hiciera su más famoso hermano Lucio; porque puso en la escena literaria la cuestión del gaucho maltratado por la injusticia y excluido por la sociedad (ya desde El médico de San Luis), adelantándose a Lucio y a José Hernández; porque logra, además, una perspectiva que ni Lucio V. Mansilla ni Hernández desarrollaron: la profunda visión, desde la desgarrada interioridad, del lado oscuro de la épica: el desamparo de las mujeres, marginadas entre los marginales, “locas” que se oponen a la ley de la violencia (que es la ley de los “héroes”) para salvar a sus hijos".

Lojo va más allá y se anima a compararlo con su hermano: “Si siempre se consideró a Una excursión a los indios ranqueles -1870, de Lucio Victorio Mansilla-, como el texto precursor del Martín Fierro -1872- por la fuerte apuesta a favor de los “hijos de la tierra”, por la inclusión de episodios que prefiguran las desdichas de Fierro (los gauchos perseguidos que se asilan entre los indios y con los que dialoga el narrador), bien puede decirse que Eduarda se adelanta a su hermano en el género”.

Eduarda Damasia Mansilla murió en Buenos Aires el 20 de diciembre de 1892 por una dolencia en el corazón. Tenía 58 años. Fue despedida en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, con un funeral multitudinario que incluyó numerosas personalidades de Argentina.

La propuesta del Museo Roca: "Tras las huellas de la jaula dorada”.

El Museo Roca –Instituto de Investigaciones Históricas- presenta un encuentro de lectura y música en torno a cuentos para niñas y niños escritos por Eduarda Mansilla en 1880. La lectura estará a cargo del actor Gabriel Conlazo, integrante del equipo de Educación del Museo, con el acompañamiento musical de la pianista Lucia Ghini.

El ciclo de actividades de "Roca de verano" se realiza en la terraza del Museo, que ha sido especialmente pensado para este espacio al aire libre, recientemente inaugurado con el objetivo de expandir las opciones de propuestas educativas y culturales mientras se respetan los protocolos y requerimientos vigentes.

¿Cuándo? Sábados 6 y 13 de febrero, a las 18 h. En el caso de suspensión por lluvia, la actividad se realizará el domingo 14 de febrero a las 18 h.

Dirección: Vicente López 2220, CABA.