Dúo Karma: “Abre la ventana que no hay pantalla más verdadera y más sana”
Dúo Karma: “Abre la ventana que no hay pantalla más verdadera y más sana”

Dúo Karma: “Abre la ventana que no hay pantalla más verdadera y más sana”

Música
Infancias
Conversamos con  Xóchitl Galán, la voz femenina e ilustradora del Dúo Karma, quien nos invita a viajar por sus maravillosos universos de palabras y sones entre el mar, la tierra y el cosmos infinito.
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Ella pinta, modela, imagina, juega. Él sonríe, anima, edita, puntea. Y entre los dos construyen galaxias de sonidos y poesías donde todo niño y adulto desearía quedarse a vivir. Ellos son Xóchitl Galán y Fito Hernández: el Dúo Karma.

Nacidos en la República de Cuba, el sello de la isla los acompaña en cada pieza artística que componen. Desde hace diez años que oscilan entre Buenos Aires y La Habana, nutriéndose y entrelazando la diversidad cultural de cada región.

“Mambo congrí” forma parte del disco La Guarandinga por todo Cuba, un proyecto iniciático realizado junto a la gran trovadora Rita del Prado, fundadora del Movimiento por la Canción infantil Latinoamericana y del Caribe. 


En principio, la fusión del flamenco con temas latinoamericanos fue lo que los unió y en el año 1999 se conformaron como dúo. En aquellos momentos estaban más enfocados al trabajo con ritmos de diferentes partes del mundo, y poéticamente, más orientados hacia la música “para adultos”, entre comillas, como dice Xóchitl, a quien cada vez le cuesta más pensar en esas divisiones etarias. Y así, un día cualquiera, Fito compuso la primera canción “para niños”, "Mochito", que cuenta la historia de una niña que quiere tener un perrito.

“No nos pareció nada raro que surja ese tema porque nosotros venimos de la tradición trovadoresca y eso es algo que sucede naturalmente en la obra de muchísimos trovadores cubanos y está relacionado con cómo se propone la trova, que se propone en peñas, frente a un público muy diverso en edades y muy familiar. Entonces no es raro que aparezcan canciones dedicadas a las infancias en un repertorio que es “para adultos”. La música es para todas las edades y un poco con esa tendencia fueron naciendo nuestras primeras canciones, naturalmente, así, sin nosotros definirlo ni frenarlo. Y en un comienzo teníamos un grupo de canciones que, sumadas a las de adultos, evidentemente eran para público infantil porque tenían algo más lúdico”, cuenta Xóchitl.


Fito y Xóchitl. Foto: Kaloian Santos Cabrera

En 2006, con un repertorio de música pensada para las infancias, salen de gira con La Guarandinga por todo Cuba. Para el dúo esa experiencia es uno de sus tesoros vivenciales más entrañables, tanto por la amistad que se afianzó con Rita del Prado como por lo atractivo de iniciar un proyecto desde cero, compuesto a seis manos y que refleja la identidad de la música cubana.

"La Guarandinga por todo Cuba que fue una especie de laboratorio donde además de la canción, de recuperar géneros cubanos, de defender la cultura y nuestra identidad de manera divertida, empezamos a trabajar con mas precisión la canción-juego, que es la canción que propone, además de la música y texto, una interacción con el público.

La canción-juego sirve para comunicar y no es únicamente para niños. Nos pasó muchas veces que hacíamos repertorios de La Guarandinga por todo Cuba en conciertos para adultos y eso nos parecía tremendamente bueno. Ahí verdaderamente entendimos que la música que se hace para las infancias tiene que ser música que al adulto también lo conmueva, lo emocione, que sienta que lo llama, que le dice cosas, porque en definitiva, es el adulto el que le va a seleccionar la música a los niños y el arte en general, y en ese sentido es que la música que uno hace para las infancias y para todas las edades tiene que ser hecha con los mejores ingredientes posibles", reflexiona Xóchitl.


Pieza de plastilina realizada para el video clip "Abre la ventana". Foto: Dúo Karma


La Guarandinga por toda Cuba
fue el primer disco trabajado de manera independiente donde el equipo estuvo a cargo de todo: desde la ilustración hasta la producción musical; desde los arreglos y la edición hasta la producción ejecutiva. Esos años de amor y dedicación al proyecto tuvieron su reconocimiento cuando, por primera vez en la historia de los Premio Cubadisco -lo que sería como los Premios Gardel en Argentina- un disco para niños obtiene el galardon mayor

A La Guarandinga por todo Cuba (2010) le siguieron Mundo Sonajero (2012); Vámonos de viaje (2013) y Firmamento (2018), el disco-álbum donde repitieron la experiencia y obtuvieron el premio a la mejor música para niños y al mejor en diseño. Esa alegría fue acompañada por Silvio Rodríguez, quien navegó junto al dúo por esos asteroides, cometas, meteoritos y planetas


Concierto de presentación del disco Firmamento en Argentina. Foto: Kaloian Santos Cabrera


Cada una de sus composiciones arrastra el calorcito y el zarandeo del Caribe. La rumba, el son, el sucu-sucu, el yambú, el guaguancó, la conga habanera y la conga santiagueña son una marca registrada en cada uno de sus temas.

"Muchos son géneros que sabíamos que existían pero los redescubrimos, es decir, que pudimos dedicarle muchas horas de escucha. El sucu-sucu, que es un género muy local de la Isla de la Juventud, es pariente del son y tiene su raíz en Jamaica y en las Islas Caimán. También tenemos influencia de la canción afro, como la ñañara, que más allá de lo musical, culturalmente es un juego de palabras que va mencionando palabras africanas que se quedaron en nuestro lenguaje cubano y que usamos todos los días y tienen una sonoridad particular que nos dice mucho de África: el quimbombó, es un vegetal estrellado que se come mucho en la cocina campesina, o la malanga o ñamé, que también se usan mucho en la gastronomía cubana".

-En sus canciones esas identidades están muy presentes y sin embargo pareciera no existir dificultad para que los niños y las niñas interpreten los significados. ¿Debieron adaptar sus producciones, de alguna manera, al público argentino?

-Alrededor del arte para niños se tienen muchos tabúes que nosotros hemos ido tratando de desmontar. En primer lugar pensar que lo que uno no comprende quiere decir que sea malo o que no lo pueda transitar. No pensamos 'no voy a decir polimita' -caracol en Cuba- porque no lo van a entender. Nos ha pasado que al contrario, al usar nosotros nuestras palabras propias, nuestros ritmos, nuestros modos de hablar, -que es genuino, no está impostado, somos así- eso permite que se abran las preguntas, que resulte curioso y si resulta curioso, para nosotros es maravilloso porque de eso se trata, de seguir teniendo el interés por conocer otras cosas.

Hay gente que escucha donde se dice ñame y empieza a buscar y encuentra todo un universo que no solo recoge Cuba sino que tiene que tiene que ver con otras culturas y ahí se abre un mundo de aprendizajes, sin que ese aprendizaje sea forzado ni queriendo que la canción sea didáctica, porque cuando quieres forzar que tienen que ser didáctico porque es para niños entonces no hay arte o no estamos hablando en el mismo lenguaje.

-¿Cómo influye sus propias infancias a la hora de componer, tanto sus canciones, como sus videos e ilustraciones?

-Cuando nosotros nos ponemos a hacer una canción quizás hay una imagen que provocó esa canción, y esa imagen, cuando uno la empieza a desmenuzar se da cuenta que la está analizando desde la niñez de uno, desde esas vivencias, desde unos ojos de niños o desde un recuerdo de esa infancia y con todo lo vivido hacia acá. Siempre hay un pensar en '¿que hubiese hecho yo de niña con eso?'. Eso es inseparable, lo primero que uno hace es remontarse ahí, a ese lugar.

De niña, Xóchitl pasaba horas mirando el cielo junto a su papá, que le nombraba las constelaciones; y junto a su mamá moldeaba, como ahora, universos en plastilina. Fito soñaba con ser Arnaldo Tamayo, el astronauta cubano más idolatrado y el primer latinoamericano que viajó al espacio. La primera canción que compusieron juntos, “Mochito”, está inspirada en la historia de Fito, su hermana y todas las ocurrencias de una niña para convencer a sus padres de tener una mascota. Y sobre esas vivencias indelebles se siguen preguntando en cada una de sus canciones: ¿Por qué un iglú no se descongela? ¿Cómo será que un esquimal puede aguantar frío polar? ¿Cuál es la ruta de las ballenas?

-El tema "Abre la ventana" acaba de estrenar video y en él, el uso de la animación, de la plastilina, desafía a lo efímero a la tecnología. ¿Cómo nació esa idea?

-Hace rato teníamos ganas de hacer un clip de la canción porque ella, en sí misma, ofrece un texto muy visual. Cuando nosotros hicimos La Guarandinga por toda Cuba las ilustraciones las hice yo, fueron mis primeras ilustraciones y las hice en plastilina porque era un material que me gustaba desde siempre. Después de eso, nunca más volví a trabajar con ese material. Con "Abre la ventana" volví a la plastinlina y me pareció que era el medio ideal porque es muy manual y tiene muchas posibilidades de textura, y además representaba un cambio en relación a los otros dos clips anteriores que habíamos hecho: "Firmamento" y "La Luna".

Es un video cuyo eje es la comunicación; un video que tiene que ver con encontrarse en las diferencias del otro, con encontrarse en esas diferencias y respetarlas, con eso de que lo que no se conoce puede ser pie para empezar a descubrir mundos por más distantes que estén, por eso es un video que pasa por muchísimas latitudes donde el gesto común de abrir la ventana y salir a conocer el afuera, a sentir curiosidad por el mundo que no está solo dentro de tu ventana sino que también está afuera, es ahí donde sucede este viaje.

Y las plastilinas además fueron una tabla salvadora en esta época de cuarentena y de confinamiento. Estuvimos trabajando en un proceso barroco de cinco meses en la realización de estos objetos.

-¿Qué importancia tienen las preguntas en sus creaciones?

-Cuando la canción se pregunta qué hay más allá de esa gran antena, te podés imaginar la antena del celular pero también la antena de un insecto… Tiene que ver con mirar de cerca lo que nos parece desconocido aunque sea chiquito, un mínimo insecto te provoca curiosidad, hasta a los adultos nos provoca curiosidad. En esa avidez, en ese gesto humano de tratar de desentrañar misterios o ir buscando respuesta, creo que está el motor de seguir viviendo, de seguir encontrando.

-Hoy, que tenemos que mirar el mundo desde la ventana, ¿qué ve el Dúo Karma? ¿De qué manera los adultos pueden ayudar a mirar a los niños?

-El video habla de eso, de las pantallas. En este momento todo lo que se pueda hacer a través de la pantalla nos parece bueno, pero también nos parece genial que sigamos teniendo un afuera lindo, que todavía nos podamos permitir jugar, estar en silencio un rato contemplando un árbol, o una hormiga que pasa con una hoja, incluso sabiendo que después podemos podes volver a la pantalla y averiguar sobre esa hormiga, a qué familia pertenece, pero es necesario seguir en el afuera.

El acompañamiento del adulto en esos momentos es fundamental para que el niño le pueda seguir preguntando lo que no comprende y que los dos vayan a buscar las respuestas, que pueden ser miles. En ese sentido creemos que cuando abrimos la ventana, estando estáticos, en el mismo lugar, hay un mundo entero para emocionarse, para conmoverse, para aprender".