Documental homenaje a Marielle Franco, en la Casa Nacional del Bicentenario
Documental homenaje a Marielle Franco, en la Casa Nacional del Bicentenario

Documental homenaje a Marielle Franco, en la Casa Nacional del Bicentenario

Cine
A tres años del asesinato de la concejala brasileña, la Casa Nacional del Bicentenario hará una proyección presencial de la película “Semillas: mujeres negras en la política”. Las entradas se reservan en la plataforma Compartir Cultura.
Otros artículos que te pueden interesar
Cine: función especial presencial
Sementes: mulheres pretas no poder (Semillas: mujeres negras en la política)

“Río de Janeiro, 14 marzo de 2018. Año electoral en Brasil. Marielle Franco, concejala del PSOL, fue asesinada esta noche en el centro de Río de Janeiro. Marielle regresaba de un encuentro de mujeres negras, cuando su auto fue abordado por los criminales. Ella y el conductor murieron en el acto. Fueron al menos 9 tiros. Cuatro disparos le dieron en la cabeza de la concejala. Fue alrededor de las nueve y media de la noche, en Estácio, una zona central de la ciudad. Hasta el momento, la hipótesis principal de la policía es la ejecución”.

Con este relato, construido con audios periodísticos, empieza la película Sementes: mulheres pretas no poder (Semillas: mujeres negras en la política).

Se ven imágenes de las multitudinarias marchas pidiendo esclarecer el crimen y una mujer que sostiene un cartel: “Si vos sos negro y luchás por los negros, siempre terminás ejecutado”.

De fondo, el reclamo popular: “¡Justicia, justicia, justicia!”.

Al cumplirse tres años del asesinato de la concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, la Casa Nacional del Bicentenario proyectará en su patio la película Sementes: mulheres pretas no poder  hoy a las 19.30 h.

Los turnos para asistir a la proyección se reservan en Compartir Cultura (opción Casa Nacional del Bicentenario, calendario ACTIVIDADES). La actividad es en el patio, por lo tanto, se suspende por lluvia.

Se trata de un documental que muestra cómo el crimen de Marielle dio lugar a la mayor agitación política liderada por mujeres negras que Brasil haya visto. Dado que 2018 era un año electoral, la consecuencia fue que muchas más mujeres negras se presentaron como candidatas a legisladoras (nacionales o estaduales) en varios estados del país.

La película sigue a seis de estas mujeres en sus campañas: se ve el trabajo de ser candidata, con reuniones, discursos y también un poco de la parte más privada, el detrás de escena.

Marielle Franco se definía como “mujer, feminista, negra e hija de la favela” y fue una militante de los derechos de las mujeres y de las disidencias. Tras su muerte, se convirtió en una figura sinónimo de lucha. Sin embargo, su crimen continúa impune.

Su amiga y compañera de militancia Andressa Caldas, quien actualmente vive en Buenos Aires y es integrante del Coletivo Passarinho en Argentina, cuenta a continuación la vida de la concejala y su legado. Y asegura que van a seguir haciendo todos los homenajes a su compañera, pero que principalmente seguirán exigiendo justicia para Marielle.

-¿Cómo conociste a Marielle Franco?

-En 2007 yo trabajaba en la organización de derechos humanos Justicia Global, en Río de Janeiro. En ese momento, Marielle era asesora del diputado Marcelo Freixo, y al año siguiente, coordinadora de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa de Río. Así que nos conocimos en reuniones de trabajo. En Justicia Global hacía un trabajo con el sistema penitenciario, que incluía realizar visitas periódicas a diferentes cárceles y a algunas de esas visitas fuimos juntas. También en otras reuniones y articulaciones. Y luego, empezamos a hacer salidas con amigas y amigos en común. Luyara (Santos), su hija, era chiquita en ese momento, y mi hija también, así que compartimos salidas al teatro. Más que compañeras de militancia, nos hicimos amigas.


Marielle Franco, por el artista y diseñador gráfico brasileño Crisvector.

-¿Cómo recordás a Marielle?

-Lo que más recuerdo es su sonrisa. Cuando pienso en ella es lo primero que viene a mi mente. Era una sonrisa hermosa, impactante. Su carcajada también. Cuando llegaba a un lugar, parecía que los espacios se llenaban. Y después tengo el recuerdo de acompañar la trayectoria de una mujer muy especial que fue creciendo de una manera increíble. Se fue empoderando, para utilizar esa palabra de moda, creciendo y convirtiéndose en una líder. Recuerdo que yo ya no estaba viviendo en Brasil, pero volví antes de las elecciones para ir a votar y participar de la campaña de Marielle como concejala. Hacía mucho que no nos encontrábamos y fuimos a un acto de campaña, y ahí la vi en un escenario, conduciendo ese acto político masivo en (en el barrio carioca de) Lapa y para mí fue: "Qué linda, qué hermosa y qué poderosa que está". Se la veía como uno de los más importantes liderazgos de Río de Janeiro en ese momento.

-¿Cuál es el legado de su figura?

-Son muchos legados. Más allá de la “saudade” (“añoranza”), que sigue siendo muy fuerte; su legado es impresionante, no solo para sus compañeras de militancia y para la gente que la conoció, sino también para la gente que no la conocía antes de su asesinato. Una militante joven que produjo una identificación inmediata de liderazgos, por ejemplo, en las villas, en mujeres parlamentarias, en gente luchadora y militante de las organizaciones afro, de los organismos de derechos humanos, de las organizaciones LGTBI, feministas, de los movimientos villeros. Si pudiéramos tener un nuevo sinónimo para la palabra interseccionalidad, otra palabra que se puso de moda, yo creo que ese sinónimo sería Marielle. No solo dialogaba y bregaba por una actuación en política interseccional, sino que ella misma era la representación de esa articulación de distintas agendas.

Otro legado suyo fue el de hacer política con afecto: Marielle conjugaba una manera muy incisiva, muy crítica y muy radical a la vez que articulaba, dialogaba, hacía puentes y era muy receptiva en abrirse e integrar distintas perspectivas y enfoques, distintas consciencias de clase, de género, de raza, en su articulación, en su hacer política. O sea, tener bien claro quiénes son los adversarios y los enemigos políticos y, desde adentro y con grupos aliados, hacer esa política con afecto siendo muy abierta y generosa con distintas opiniones y distintas líneas de pensamiento.

-¿Qué destacás del documental Semillas...?

-Marielle casi no aparece con imágenes, pero sí sus millares de semillas que fueron sembradas. Su asesinato tuvo circunstancias y características muy específicas. Fue planificado durante meses por gente de mucho poder político, eso ya se sabe. La gente que mandó a asesinar a Marielle posiblemente tuviera el objetivo interrumpir sus investigaciones, que en ese momento eran sobre las milicias de Río de Janeiro, o su carrera política, ya que podría haber sido candidata a senadora con chances de obtener una banca. Pero otro objetivo, quizás, podría haber sido causar temor y crear un miedo a que nuevas Marielles aparecieran. Y en ese sentido, este segundo objetivo fue un fracaso rotundo. Ese el mensaje principal de la película: cuántas personas se inspiran en su trayectoria. Y cómo transforman ese dolor en combustible de lucha y resistencia. Hubo un aumento de las candidaturas de mujeres negras después del asesinato de Marielle y aunque las mujeres negras están enormemente subrepresentadas, ahí hay una inspiración. Esas semillas están ahí y se puede decir que fueron sembradas por la vida de Marielle.