El tango como identidad nacional
El tango como identidad nacional

El tango como identidad nacional

Arte
Música
Efemérides
El 11 de diciembre se conmemoran los nacimientos de dos grandes artistas del tango: Carlos Gardel (1890) y Julio de Caro (1899).

El tango surge en los márgenes del Río de la Plata hacia fines del siglo XIX, como respuesta y expresión de una búsqueda de identidad y de libertad. 

Con más de 150 años de historia y momentos inolvidables, el tango ha sido un elemento expresivo permeable a los diferentes contextos. La aceptación masiva como parte de la cultura nacional arriba luego de su triunfo en París, allá por 1910, pero su consagración y elevación en la denominada “época de oro” fue durante el período 1940-1955, a la que sobrevienen (igual que al país entero) años de ostracismo y declinación, para volver recargado con el retorno a la democracia. En los últimos veinte años, ha habido una explosión de producciones culturales, con prácticas en espacios sociales por todo el país.

Este camino muestra la gravitación del tango en la identidad argentina, y deja en claro la importancia que, a la vez, ha tenido el apoyo y el sostenimiento de políticas culturales públicas que acompañen y permitan una mayor circulación de sus artistas y público en general. El apoyo e incentivo a la música nacional de aquel primer Plan Quinquenal de 1945 resultó fundamental, para permitir la proliferación de orquestas, cantantes y bailes populares característicos de la época. El advenimiento de la democracia fue un impulso para volver a mirar hacia lo nacional, y en tiempos actuales el tango se presenta como espacio de resistencia y reafirmación de las identidades colectivas.

Gardel y De Caro juntos en Francia

Cuenta la historia que fue un 11 de diciembre de 1965, en la tanguera esquina de Avenida Corrientes y Esmeralda, donde Ben Molar concibió la idea de declarar un Día Nacional del Tango. Ese mismo año elevó la solicitud ante la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, pero fue recién unos cuantos años después, y gracias al acompañamiento de un sinnúmero de organizaciones sociales, que logró su aprobación. 

Julio de Caro, director, compositor y arreglista, fue uno de los grandes modernizadores de la música ciudadana. Encarnó una fuerza evolutiva dentro del género y dio inicio a la Guardia Nueva del tango, un movimiento de renovación de la estética musical surgido entre 1917 y 1925. 

Carlos Gardel, a su vez, fue el iniciador y máximo exponente del tango canción, fue quien inventara la manera de cantar el tango, quien le diera estilo propio, algo que no se había visto hasta ese momento. Desde su origen hasta su fallecimiento en el trágico accidente aéreo de Medellín, Gardel reunió todos los elementos para convertirse en un mito y símbolo del género musical.

En sus años en Francia, Gardel introducía la figura de Julio De Caro en el brillo de los cabarets parisinos, llegándolo a presentar con su orquesta en la Costa Azul. Solían llevar largas conversaciones caminando por las calles de la ciudad europea, y así fue que Gardel le pidió que prolongara su estadía en Francia: “El tango tendrá un baluarte aquí si te quedas”. Sin embargo, De Caro prefirió volver a la Argentina. ¿Se habrán imaginado que quedarían unidos para siempre en este recordatorio del tango?

El tango como identidad nacional

Como expresión artística, el tango también funcionó como elemento cohesionador frente a la necesidad de construcción de una identidad nacional; hoy se presenta como reafirmación de esta misma y, a la vez, como espacio dinamizador y reflexivo a partir de la convivencia de expresiones y públicos diversos. Las identidades, entendidas no ya como concepción ontológica y unívoca, sino como construcción simbólica y producto histórico, son problematizadas y deconstruidas para encontrar caminos de confluencia y amalgama de comunidades. 

En ese encuentro de diversidades y diferencias, el común denominador es la importancia del tango como cultura nacional, popular y patrimonio intangible que nos proyecta y expresa, no sólo hacia adentro, sino también al mundo entero.

Propuestas de formación para la comunidad tanguera

Con el objetivo de contribuir a la formación en este campo y reconociendo la importancia del tango en la cultura de nuestro país, Formar Cultura lanza nuevos contenidos para su comunidad. Se trata de una propuesta integral que propone herramientas de gestión y organización de milongas, donde se entrecruzan voces de importantes referentes de la actividad a nivel federal reflexionando sobre las características y dificultades de organizar bailes populares de tango.

Lidia Borda hace un recorrido personal por la historia de los modos de cantar en el tango. Los orígenes, el tango canción, el protagonismo de las cantantes, la evolución de los fraseos. Claves para comprender las particularidades del género. Además, en el ciclo Experiencias de Internacionalización en el Tango, cuatro artistas del género proponen diferentes miradas y aportes para pensar las próximas giras: 

Coordenadas 

“Breve viaje por la voz cantada en el tango desde sus inicios”, por Lidia Borda.

Herramientas

Gestión y Organización de milongas, por Omar Viola, Soledad Cantarini, Diego Pérez, Fernando Bietti, Oscar Héctor y Adriana Perez Frossasco.

Experiencias

Internacionalización del Tango, por Andrés "Tanguito" Cejas, Vivi La Falce, Miguel Di Génova y Leonardo Cuello.

Para conocer más, ingresá acá.