Conversatorio virtual “La cultura de reciclarnos”
Conversatorio virtual “La cultura de reciclarnos”

Conversatorio virtual “La cultura de reciclarnos”

Efemérides
En el marco del Día Mundial del Reciclaje, el Ministerio de Cultura invita a participar de una charla en la que estarán presentes artistas ambientales, recicladoras y recicladores sólido-urbanos.

El Día Mundial del Reciclaje se trata de una fecha para impulsar una transformación cultural que permita construir una ciudadanía crítica y con conciencia ambiental. En ese marco, el Ministerio de Cultura, a través del Programa Cultura Sostenible y Buen Vivir -dependiente de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria de la Secretaría de Gestión Cultural-, invita a participar del conversatorio virtual “La cultura de reciclarnos”: un espacio de intercambio en el que estarán presentes artistas ambientales y recicladores/as sólido-urbanos para compartir prácticas comprometidas con la economía circular. 

El conversatorio se realizará el jueves 20 de mayo a partir de las 18 h. Para participar enviá un correo a: [email protected].

También se puede acceder a contenidos que abordan la temática desde una perspectiva comunitaria en Identidades, el nuevo sitio del Ministerio de Cultura: la serie documental Mundo Cartón; los testimonios de la Cooperativa Las Madreselvas; y los cortos El acto invisible y Remanso, producidos por la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC). 

Además, el 5 de junio se realizará en la Biblioteca Popular de Villa de Las Rosas (Traslasierra, Córdoba) la jornada “Verdencuentro”, un espacio en donde se compartirán saberes, informaciones y reflexiones sobre el medioambiente, el reciclaje, la sustentabilidad y el cuidado de la tierra.


Día Mundial del Reciclaje

En 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció el 17 de mayo como el Día Mundial del Reciclaje para concientizar a las sociedades sobre la importancia de reciclar y tratar los desechos adecuadamente, con el fin de proteger al medioambiente y frenar los efectos del cambio climático.

Este día -junto con el Día de la Tierra, celebrado en abril- invita a reflexionar sobre las acciones que se llevan adelante como sociedad, el uso de los recursos de la tierra y la demanda productiva que las economías generan sobre ella. Lejos de ser una cuestión exclusiva de la naturaleza, el ambiente es el resultado de una articulación de procesos de orden natural y social. Por lo tanto, la cuestión ambiental nos interpela como un asunto histórico, situado y culturalmente construido. 

En esta parte de la región, las cosmovisiones de los Pueblos Originarios y el activismo de los movimientos ecologistas y ambientalistas son claves para identificar cuáles son los límites y potencialidades de la naturaleza, basados en la consideración fundamental de que de ella depende la salud, el bienestar y la supervivencia en el tiempo. Los saberes populares y la multiplicidad de identidades culturales han experimentado formas armoniosas de relacionarse con los recursos de la naturaleza, generando mínimas cantidades de desechos, comprendiendo la complejidad del mundo en el que vivimos y los desafíos de nuestros tiempos para la formación ciudadana y el ejercicio del derecho a un ambiente sano, digno y diverso. 

Las cuatro R: Rechazar, Reducir, Reutilizar y Reciclar

Existen todavía algunos supuestos de una economía lineal que nos invita a producir, consumir y tirar. Un sistema simple y rápido, pero muy perjudicial para el planeta, ya que se basa en el principio de desechar un producto luego de su utilización, convirtiéndolo en basura. Un modelo insustentable ante las posibilidades limitadas de los recursos naturales.

Sin embargo, este modelo no es el único posible. La economía circular se presenta como una alternativa a la economía lineal y propone un modelo productivo basado en cuatro erres: Rechazar, Reducir, Reutilizar y Reciclar. El reciclaje permite aprovechar los materiales que se encuentran en los residuos para fabricar nuevos productos, evitando así la extracción de nuevas materias primas. De esta forma, se apuesta a la durabilidad de los productos aportándoles una segunda vida al convertir los residuos en recursos.

La tarea que llevan adelante las recicladoras y los recicladores urbanos en las grandes ciudades del país es fundamental para el sostenimiento de la cadena de la economía circular. Su trabajo basado en la recolección, el transporte, la posterior separación y venta de esos materiales como cartón, papel, plástico, vidrio y metal es esencial para fortalecer la economía del reciclaje. El reconocimiento social de esta tarea se vuelve imprescindible, en tanto trabajadores/as con condiciones laborales dignas y como benefactores/as de la humanidad, cuidadores/as del medioambiente y de los recursos no renovables. 

El arte de reciclar

El arte ambiental, como movimiento cultural comprometido con la cuestión ecológica, también se propone generar conciencia sobre la fragilidad de la naturaleza, a través de sus obras. Entre sus artistas se destacan quienes promueven la utilización de materiales reciclados, como es el caso de la artista de papel Valeria Raggi, directora del Molino papelero “Los Hornillos” y docente de elaboración y reciclado de papel. “Reciclamos papeles comerciales. Recolectamos y clasificamos el papel, para utilizar las partes sin tintas, adhesivos, limpios de toda impureza. Logrando así recuperar la materia prima y reutilizarla en un nuevo papel de calidad, para cualquier tipo de impresión”, compartió Raggi.

Las técnicas que utiliza para el trabajo sobre el papel también se basan en el cuidado de los recursos y el medioambiente. Al respecto, Raggi agregó: “Se recoge agua de lluvia y se la filtra para su utilización, se recupera, se filtra y se vuelve a usar. Incorporamos calentadores solares de agua y se finaliza la cocción a leña, usando los residuos (ceniza) para alcalinizar la fibra vegetal”.

Reciclar en tiempos de pandemia

En el actual contexto de pandemia, se hace aún más necesario pensar en la importancia de abordar los problemas socioambientales desde una visión que ponga en evidencia a la naturaleza, como ese gran sistema que contiene a su vez a los sistemas sociales humanos. Entendiendo que no podemos seguir sobredimensionando el sistema económico por sobre el ambiental y social. 

La necesidad de un aislamiento que le ponga freno a la circulación del Covid-19 nos hizo replantear gran parte de nuestros comportamientos habituales, viéndose muchos de ellos sacudidos. Pero también surgió una oportunidad para repensar hábitos culturales que, en lo cotidiano, parecerían no afectar nuestra forma de vida, como es el caso de la generación de basura. Siendo ya innegable el impacto que tendrá en las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.