Conocé la historia detrás del 4º Concurso de Diseño de Sombreros

El pasado miércoles 14 de diciembre se inauguró, en el Museo Roca, la muestra del 4º Concurso de Diseño de Sombreros. Este certamen tuvo su primera edición en 2012, impulsado por el inventor Marcos Shayo, quien, después de haber sufrido cáncer de piel en 2006, generó esta iniciativa para promover y volver a incorporar “el saludable hábito del uso del sombrero”. La aparición de esta propuesta –cuya consigna es hacer un sombrero que proteja de los rayos del sol– fue tan exitosa que, desde entonces, se repite año a año.

“He convocado a diversos grupos de personas que se han sumado al equipo de trabajo del Concurso de Diseño de Sombreros: 'Mostrá lo que tenés en la cabeza'. Entre ellos se destacan Laura Noetinger, que es una famosa sombrerera que le hace los sombreros a Máxima de Holanda; Susana Saulquin, socióloga de moda que dicta el posgrado en Sociología del Diseño en la UBA; Bárbara Brizzi, quien estuvo a cargo del Museo Nacional de la Historia del Traje; y muchos más. Ellos son los jurados que están absolutamente ad honorem”, dijo Shayo.

Según explicó, en el hemisferio sur la tasa de personas con cáncer de piel está en aumento debido a que el agujero de la capa de ozono está en este polo del mundo, es cada vez más amplio y la capa que nos protege, más fina. A esto se le suma que, a nivel mundial, los hábitos de protección son insuficientes ya que se perdió la vieja costumbre de usar sombrero, accesorio básico para cubrir la piel del sol. “En la Argentina, entre 1940 y 1950, existieron fenómenos migratorios del campo hacia las ciudades. Debido a esto, la gente comenzó a estar más hacinada en los medios de transporte. Como los sombreros ocupaban lugar, los habitantes comenzaron a usarlo cada vez menos, hasta que esta herramienta cayó, por completo, en desuso”.

Este año, además de exponer las piezas del Concurso, Shayo diseñó un sombrero que se sostiene con imanes, de papel Tyvek, que es un material muy resistente que no deja pasar la luz y, como es de papel, se puede pintar. Los confeccionó en blanco y los repartió entre 60 artistas como Milo Lockett, Tito Khabie, Andy Mermet, Ana Mance y Marina Kurcbart, quienes les imprimieron sus propios diseños y los expusieron como parte de la muestra.

De este modo, la exhibición quedó integrada por 85 sombreros provenientes de distintas partes del mundo, junto a los pintados por 60 artistas que se involucraron con la causa y la apoyaron de inmediato, al saber que el tema era la protección contra el cáncer de piel.

“Lo lindo es haber hecho un proyecto al cual todos quieran sumarse y ponerle una pila”, destacó el impulsor del certamen. Y contó que también Felipe Noé les donó una lámina para el Concurso que dice “Mi abuelo era sombrerero”, lo cual es verídico. El abuelo del gran pintor tenía una fábrica de sombreros, en la que, de hecho, él comenzó su carrera artística. Entre sombreros nació la Nueva Figuración Argentina.  

Shayo señaló también que “este es un discurso de la moda que intenta jugar con la interdisciplina. Se lo aborda a través de diversos ángulos para lograr tener algún tipo de impacto en la realidad”. “Tratamos de acercar un discurso creativo para que la gente reincorpore el hábito del uso del sombrero. Esta propuesta tiene dos grandes aristas: la de salud y las vinculadas a la moda. Nos dimos cuenta de que la gente no quiere usar sombrero porque le molesta la mirada del otro. La moda no dice que tenés que usar sombrero y nosotros estamos muy expuestos a la moda. Esto quiere decir que si te ponés un sombrero, te van a mirar, y a las personas no les gusta ser vistas de esa forma. La gente se pone loca ante la mirada del otro. Ante la mínima duda de cómo me queda esto, no puedo hacer algo que no sea no ponérmelo”, dijo.

“Tenemos que cuidarnos del sol, punto. Qué método elegís, es un tema tuyo. Los rayos están cada vez más fuertes. La idea es promover un hábito saludable utilizando al diseño como herramienta al servicio de la salud”, concluyó el artista.

La muestra puede visitarse hasta el 3 de enero.