La Cultural: "Cultura + Formación"
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La Cultural: "Cultura + Formación"

Innovación
Así fue el décimo consultorio del programa que repiensa la cultura y fomenta la formación de actores culturales en todo el país
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Se trata de una de las actividades más fuertes del programa "La cultural" de la Dirección Nacional de Formación Cultural, que ya sumó más 2000 de inscriptos en toda la Argentina.

¿Qué es La Cultural?

La Cultural es el programa de la Dirección Nacional de Formación Cultural en el que se repiensa la cultura en una época de grandes transformaciones. Propone responder cómo afectan estos cambios a los públicos y a quienes gestionamos cultura con una batería de herramientas. Los hitos principales de este programa son la Conferencia Performática Internacional, los Consultorios culturales federales y la escuela digital que ofrece cursos digitales, breves y disruptivos, una biblioteca colaborativa y una comunidad de hacedores culturales. Se trata de un espacio para que los creadores puedan estar al tanto de las últimas conversaciones en el campo de la gestión cultural para replantear sus categorías, formular nuevas preguntas, y asumir desafíos sobre las posibilidades del hacer cultural en el futuro.

En este décimo Consultorio del programa de la Dirección Nacional de Formación Cultural, se abordaron cuatro ejes temáticos que fueron trabajados de forma colaborativa y coordinados por los facilitadores Belén Igarzábal, psicóloga y periodista y Franco Rizzi, sociólogo y productor cultural. 

Juan Urraco, Director Nacional de Formación Cultural, destacó:

“Promovemos un modelo de trabajo abierto, basado en la participación, los intercambios, los debates y la generación de aportes colectivos acerca de los desafíos de la gestión cultural en la actualidad, la Dirección, a través de sus programas y acciones, se presenta como un dispositivo formativo experiencial, disruptivo y moderno, que promueve un espacio federal de construcción sobre un posible pensamiento que asuma y reflexione sobre los desafíos contemporáneos de la gestión cultural y sus tensiones profesionales, a partir de una metodología innovadora, plural y colaborativa”.

Los participantes provenían de distintos ámbitos académicos de formación en áreas y temáticas vinculadas a la cultura, gestores culturales, coordinadores de consultorios previos, y responsables de políticas públicas en cultura, actores del sector independiente y también del sector privado.

Acerca de la actividad

Se abordaron los siguientes ejes temáticos:

1.¿Qué problemáticas y desafíos atraviesa el sector de la cultura?  

Por otro lado, dentro de la categoría de Inclusión, se plantearon las siguientes preguntas: ¿Quiénes pensamos la cultura? ¿Para quiénes? ¿Quiénes consumimos cultura? ¿Cómo se consume? 

2. ¿Qué tipos de gestores y gestoras necesitamos formar en el mundo contemporáneo?

3. ¿Qué tipos de formación son necesarias?

4.¿Cómo debería ser una política pública en formación cultural?

 

Conclusiones

-Es imprescindible posibilitar el acceso y la circulación de las producciones entre públicos, regiones y territorios

-Inclusión: es clave pensar en todas las personas, más allá de género, edad y origen, priorizando a los jóvenes y a la tercera y cuarta edad.

-Sustentabilidad de proyectos y empleabilidad: se plantea la necesidad de la presencia del Estado, tanto en políticas de apoyo a los proyectos culturales como también en relación al financiamiento sostenido de las producciones culturales comunitarias y de todas las formas de producción.

-El impacto del mercado representa un nuevo desafío frente a las expresiones dominantes externas y de la ciudad de Buenos Aires, sumado a la tensión entre diversidad y homogeneización.

-La gestión cultural es interpelada por el nuevo paradigma tecnológico, que impone una actualización permanente

-Los gestores deben ser conocedores del territorio y de  los intereses de los diferentes públicos siendo observadores críticos, de escucha activa.

- Es necesaria la capacidad de trabajo en equipo y en red. El público no es meramente un receptor, es parte del proyecto artístico y tiene una mirada cooperativa.

- Los gestores deben actuar como actores políticos, ya sea desde la gestión independiente, privada, comunitaria o pública. 

- Se debe poder traducir la agenda política del Estado al territorio y viceversa, poder proponer diagnósticos e implementar políticas culturales a partir de las demandas del territorio. 

- Los gestores deben ser flexibles frente a cambios, acompañando las transformaciones

-La formación debe poseer conocimiento del territorio. Se recomienda una mirada antropológica en permanente revisión, con una visión de diversidad e inclusión

-La formación debe ser multisectorial y multidisciplinar, participativa, colaborativa, transversal a todos los niveles educativos. Y, principalmente, federal, con perspectiva de género y derechos culturales

- Las políticas públicas en formación cultural deben jerarquizar y fortalecer los saberes locales territoriales y generar sinergia con ellos. 

- Dichas políticas tiene que ser transversales a diferentes áreas gubernamentales. La cultura atraviesa todas las entidades y ministerios del Estado. Es por eso que no se tiene que pensar como una formación en artes sino una formación que atraviesa la manera de ser y de expresarse de un territorio en su totalidad. 

-Se demanda interdisciplinariedad e interseccionalidad con alianzas con instituciones locales, comunidades y movimientos sociales. Además, deben ser federales y diversas; itinerantes y multimodales.

- Las políticas públicas en formación cultural deben adaptarse a los diferentes contextos y tener continuidad en el tiempo.

- Se propuso el desarrollo de un observatorio interdisciplinario con financiamiento sostenido a través del tiempo.

- Una formación cultural que esté integrada desde el inicio de la educación formal (universidades e institutos de formación docente) y en espacios de educación no formal (municipios, escuelas de artes y oficios, Organizaciones de Sociedad Civil, de Gobierno como la Secretaría de Cultura, el Fondo Nacional de las Artes, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) y en el sector privado, (áreas de Responsabilidad Social Empresaria y Mecenazgo).

-Finalmente, es fundamental pensar en los recursos y el presupuesto en la gestión de las políticas mencionadas.