5 ideas para pensar el rol de la literatura y la imaginación en la democracia, según Azar Nafisi
5 ideas para pensar el rol de la literatura y la imaginación en la democracia, según Azar Nafisi

5 ideas para pensar el rol de la literatura y la imaginación en la democracia, según Azar Nafisi

La autora de Leer Lolita en Teherán va a dar una charla magistral el viernes a las 17.45
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Azar Nafisi es profesora, es escritora y es iraní. Su padre, Ahmad Nafisi, fue el alcalde más joven de Teherán y su madre la primera parlamentaria de su país en los '70. Al crecer en el seno de una familia culta y muy involucrada con la política, Nafisi tuvo la oportunidad de estudiar en Suiza, Reino Unido y Estados Unidos. En 1979 regresó a Irán y comenzó a dar clases de Literatura inglesa en la Universidad de Teherán. Pero tras la revolución de 1979, la académica empezó a sentir coartados sus derechos a causa de las normas restrictivas impuestas a las mujeres por los nuevos dirigentes de su país. Se pronunció respecto a la pérdida de libertad que estaban experimentando y, en 1981, fue expulsada de la Universidad por negarse a usar el velo islámico. Más adelante enseñó en la Universidad Háyame Tabatabai, pero renunció al poco tiempo declarando que no podía enseñar bajo la mirada inquisidora de la comunidad académica. Fue entonces que Nafisi invitó a siete de sus mejores alumnas a asistir a reuniones periódicas en su casa, cada jueves por la mañana. Allí comenzó un seminario clandestino de literatura en el que se analizaban novelas consideradas subversivas. Autores como Scott Fitzgerald, Henry James, Jane Austen y Vladamir Nabokov eran algunos de los protagonistas de esos encuentros, así como los títulos Lolita y Madame Bovary, polémicos en la sociedad iraní postrevolucionaria.

En 1997, Nafisi se mudó a Estados Unidos, donde reside hasta el día de hoy. Ahí escribió Leer Lolita en Tehéran, un libro basado en sus experiencias como mujer laica que vive y trabaja en la República Islámica de Irán, donde también narra, de manera ficcionada, lo que sucedía en aquel taller de lectura. "Cuando llegaban a casa y se sacaban todo el género oscuro que las cubría, en jeans y blusas de colores, eran chicas indistinguibles de sus pares de Occidente. De lo que desde afuera muchos no se dan cuenta es de que los iraníes nunca se consideraron diferentes de los demás. Es el Estado el que insiste en que lo son", dijo Nafisi, hace algunos años, en una entrevista para La Nación.

En el mismo reportaje, la autora contó que “la idea (del libro) llegó cuando estaba escribiendo un análisis de la obra de Nabokov. No podía parar de pensar en cómo me gustaría contar la realidad sobre mi país. Pero no solo no se podía escribir sobre temas políticos, sino tampoco sobre temas personales. Y la vida cotidiana en Irán parecía tan rara, tan absurda. Todo lo que la gente hace normalmente en el resto del mundo, como escuchar música, tomarse de las manos, leer los libros que a uno le gustan, tenía que hacerse a escondidas. Así, comencé a escribir un diario en el que contaba sobre la experiencia de ir a una fiesta en Teherán o leer a Jane Austen, y las ganas de contarlo a los demás fueron demasiado grandes y lo transformé en una novela. Para proteger a mis alumnas, muchas de las cuales quedaron en Irán, mezclé las características de sus personalidades de tal manera que ni ellas mismas pudieran reconocerse”.

Publicado en 2003, Leer Lolita en Tehéran fue traducido a 32 lenguas, estuvo 117 semanas (casi dos años) en la lista de bestsellers del New York Times y obtuvo numerosos premios literarios, entre ellos el Non-fiction Book of the Year Award (2004) de Book Sense y el europeo Persian Golden Lioness Award de literatura. Cinco años después, la académica publicó una autobiografía titulada Cosas que he callado, en torno al impacto que han tenido en su vida las relaciones con sus padres y las décadas de agitación política en Irán.

Hoy, Nafisi es profesora de estética, cultura y literatura, y directora ejecutiva de Conversaciones Culturales en la Universidad John Hopkins en Washington D.C. También ha ostentado el cargo de profesora invitada y conferenciante en el Foreign Policy Institute de la School of Advanced International Studies (SAIS) de la Johns Hopkins University (Washington, DC), y ha formado parte de la Junta Directiva de Freedom House, una organización no gubernamental de Estados Unidos que realiza estudios y actividades en defensa de la democracia.

La académica iraní llega a nuestro país para disertar en Ideas. Pesemos juntos el futuro, el viernes 22, en el Centro Cultural de la Ciencia.

Nafisi participará de Ideas. Pensemos juntos el futuro, con la conferencia magistral titulada “¿Puede haber democracia sin imaginación?”.

Cinco reflexiones de la autora, para empezar a conocerla:

  1. “Lo importante de las ideas y de la imaginación es que desafían los límites y las fronteras. Los libros son representativos de la forma más democrática de vivir”.
  2. “Las novelas que leíamos terminaron por llevarnos a cuestionar nuestra realidad, acerca de la cual nos sentíamos tan desesperadamente mudas”.
  3. “Una buena novela no solo habla sobre temas de su tiempo y lugar. Lolita es una crítica a la mentalidad totalitaria”.
  4. “Las personas como yo podemos hacer mucho más informando a los demás sobre lo que pasa en nuestros países, para que la gente en Occidente deje de pensar, por ejemplo, que si eres una mujer iraní significa que te gusta que te flagelen o te apedreen hasta la muerte. Las mujeres en nuestros países también queremos ser libres y tener las mismas ventajas que las demás”.  
  5. “Cuando llegué a Estados Unidos quedé horrorizada por la forma en que se retrata a la sociedad iraní. Así que me ocupé de traer a nuestros mejores cineastas, poetas, músicos, todos aquellos que muestran un ángulo distinto, y con ellos armé un foro de creadores. Pero, especialmente, puse el énfasis en los libros, porque descubrí que a través de la lectura la gente vive lo que otros están viviendo o han vivido. Mi eslogan es muy simple, pero poderoso: "Amantes de los libros del mundo, ¡uníos!".