Carlos Rottemberg y el teatro en tiempos de pandemia
Carlos Rottemberg y el teatro en tiempos de pandemia

Carlos Rottemberg y el teatro en tiempos de pandemia

Teatro
El productor teatral comparte el protocolo presentado ante el Ministerio de Salud para que, una vez pasada la pandemia, los espectáculos de teatro vuelvan paulatinamente y sin riesgo.
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Apenas el Presidente Alberto Fernández declaró la cuarentena obligatoria, allá por mediados de marzo, el productor teatral y referente de la industrial Carlos Rottemberg advirtió: "Ante la emergencia sanitaria que afecta el trabajo de miles de artistas, trabajadores y empresas de teatro y música corresponde, a quienes somos de la Ciudad de Buenos Aires, no mirar el problema desde el ombligo de la Avenida Corrientes". Y agregó:

"En un momento en que la solidaridad se impone, la posible apertura anticipada de presentaciones en vivo en sectores del territorio nacional, por sobre otros, resultaría una opción laboral valiosa que muchos debemos apoyar ante la angustia reinante".


Foto: Carlos Rottemberg (Télam/Analía Garelli)

Sin embargo, aquel mensaje que podía resultar lejano y pesimista, hoy se convierte en el mejor escenario para no hipotecar parte de la temporada 2021.

-¿Se le puede encontrar un lado positivo a esta situación? ¿Qué herramientas tecnológicas se volvieron indispensables?

-No tiene ninguna ventaja esta situación, porque se trata de un tema sanitario, en el que hay que resaltar que nuestro destinatario es el ser humano, pero también nuestra materia prima. Es diferente a otro tipo de actividad comercial, en la que se puede ofrecer un servicio, incluso, de algo tangible o que tiene stock. No es nuestro caso. Aquí, para preparar un espectáculo, hace falta más o menos un mínimo de dos meses previos, porque justamente se trata de una comunión de personas para poder desarrollar el hecho artístico del teatro, de la música. Por lo tanto, cuando la pandemia impacta en el semestre de temporada alta, como en este caso, para todo lo que tiene que ver con este trabajo resulta negativo.

Pero no ya solamente hablando de las empresas, sino de las fuentes laborales, directas o indirectas de la actividad y, puntualmente, el teatro: desde los griegos para acá, implica un hecho histórico, artesanal, único, irrepetible en vivo, que se desarrolla en un solo lugar, en el mismo espacio y, fundamentalmente, con público presencial. Por eso corremos el peligro de confundirnos con la tecnología que puede permitir en la emergencia, y uno apoya, algún tipo de sustento que puede significar para algún intérprete sin trabajo, desde la comunicación con su público hasta un ingreso económico. Pero no hace a la actividad teatral.

-Lo presencial define al teatro, quiere decir...

-Yo siempre digo en broma, y aclaro que es en broma, que el teatro virtual existe desde siempre, y se llama cine. A esta altura del partido, después de 45 años de profesión, al menos yo no voy a cambiar la vocación de ser teatrista, y ser teatrista tiene sus reglas. En ese sentido, ninguna tecnología lo cambia, aunque eso no significa que respete, acepte y hasta apoye a aquellos a quienes pueda servirles. Son dos cosas diferentes. Apoyar a un tercero, o practicarlo o quererlo para uno. Por lo menos, no es mi caso.


Foto: Entrevista a Carlos Rottemberg en Cada Noche, TV Pública

-¿Cómo se protege a los actores y a los dueños de los teatros en este contexto?

-Desde el primer momento, cuando comenzó la pandemia, dije que el empresario del teatro privado no tenía manera de tomar esto como un costo hundido, con un ingreso cero y que era riesgo empresario; también dije que hay que apoyar como siempre lo que es el teatro independiente, donde no mueve lo económico, y el teatro público desde ya; pero que en el caso del empresario privado, para mí, era un costo. Por supuesto, estoy preocupado por las PYMES, que nuclean productores y salas que no tienen el respaldo ni la experiencia de años como en mi caso, que llevo 45 años haciendo lo mismo y habiendo pasado otras crisis como para poder sustentarlo, como cualquier otra actividad; no veo la diferencia.

Soy de los que no se escudan en la palabra "cultura" a la hora de hablar de números. Obviamente, creo en la importancia que tiene nuestra actividad en la cultura, pero cuando me pongo a hablar de números, nunca lo mezclo. Entre otras cosas, para que no parezca un eslogan marketinero en boca de un empresario. Cuando hablo de números, hablo de números.

En ese entonces, también planteaba que el problema iba a estar con los artistas, porque, oh paradoja, todo el personal en relación de dependencia de los doce meses de los teatros iba a tener atrás una empresa que lo protegiese, y si no lo hiciese, cuenta con leyes para hacerse proteger. En cambio, todo lo que llamamos trabajadores eventuales, que son justamente los artistas, escenógrafas, directoras, autores y todos los trabajadores eventuales que se reúnen para un espectáculo, hoy, tienen menos contención y menos tejido de protección que el personal habitual de boletería, acomodadores, maquinistas, utileros, los de maestranza, contaduría y toda la gente que hace al staff de las salas.

-¿Se está preparando un protocolo para la vuelta?

-Con respecto al protocolo para la vuelta, ya se preparó y se presentó en el Ministerio de Salud. De hecho la primera entrevista que tuvimos fue con el Ministro de Salud de la Nación, hace más de un mes, nos presentamos para hablar de ese protocolo que entregamos hace diez días, y en donde detallamos las tres fases. La primera sin público en las salas; y la segunda y la tercera, ingresando con un aforo mínimo de 50 por ciento hasta llegar al 100.

Ese protocolo está a la espera de salir, pero más allá del protocolo, la curva sanitaria manda, en Argentina y en el mundo.

-¿Va a cambiar el teatro en la nueva normalidad?

-Creo que de igual manera que sucedió en otras pandemias, nada, porque en el momento del susto, en el momento de la zozobra mientras transitamos la pandemia, se habla de esto como se hablaba también en 1918 y 1920 con la gripe española. Una vez que pasó la pandemia todo se volvió a acomodar. La gente que actuó éticamente siguió actuando éticamente, la gente que tenía intereses espurios por sobre otros volvieron a tener los mismos intereses espurios, y la vida demostró que en la práctica llegamos al 2020 sin haber cambiado por ninguna gripe pandémica, ni por las guerras ni ninguna epidemia.

-¿Vio obras de teatro durante la cuarentena?

-Soy un poco chapado a la antigua: yo veo teatro en el teatro y cine en el cine, no vi nada en cuarentena porque no me engancho con nada que tiene que ver con teatro a través de una pantalla. Así que no es la mejor respuesta, prefiero ser honesto. Uso las pantallas a través de Skype para contestar algunas entrevistas y, fundamentalmente, para enterarme de noticias o algún tipo de programa que me interese.

La propuesta para que vuelvan los espectáculos

  1. • Abrir espacios "de abajo hacia arriba" en cantidad de personas y/o capacidad nominal, creciendo por períodos quincenales desde septiembre, siempre bajo protocolo sanitario.
  2. • Reconocer, al margen de la autorización para retomar la actividad, que el mismo público tomará su propia dinámica en retornar paulatinamente a las salas. Eso será producto de una lógica primera inercia post cuarentena, más una economía hogareña más dañada que antes del inicio de la pandemia.
  3. • Por consiguiente la apertura en la última parte del año que propongo, aunque deficitaria desde lo económico, sería una manera de prepararnos para encarar la temporada 2021 con alguna mejor posibilidad. Serviría a los efectos de “adelantar el miedo” en el público, además de retomar los contratos de trabajo hoy inexistentes.
  4. • En caso de trasladar la apertura de los espectáculos recién al verano se llevaría puesta gran parte de la temporada 2021, anulando además el movimiento del espectáculo fuerte en los centros veraniegos, especialmente de Mar del Plata y Carlos Paz.
  5. • Recordemos que los espectáculos necesitan, a diferencia de un local comercial que puede abrir sus puertas de un día para otro, unos dos meses de preparación previa para ensayos y lanzamiento.
    Nuestra actividad en un punto se asemeja a lo ya definido para los vuelos de cabotaje, a los cuales se autorizó desde ahora la venta de pasajes para el 1 de septiembre.
  6. • Siempre bajo un protocolo específico para espectáculos públicos acorde a la concurrencia, tener certezas durante el mes de junio también empezaría a tranquilizar a la comunidad artística, hoy sin perspectivas y mayoritariamente angustiada.

"Si logramos mancomunar esfuerzos entre artistas y trabajadores del medio, más empresas y autoridades, podríamos soñar en terminar el año mejor que como lo comenzamos. Y bien sabemos que también de soñar se trata el espectáculo", concluyó el empresario.