Annemarie Heinrich y sus retratos de Evita
Annemarie Heinrich y sus retratos de Evita

Annemarie Heinrich y sus retratos de Evita

Historia
Un 7 de mayo 1919 nacía una de las mujeres más trascendentales de la historia argentina, María Eva Duarte de Perón. Annemarie Heinrich, audaz de la imagen y pionera de la fotografía contemporánea, retrató a Evita en varias oportunidades. Compartimos a continuación algunos de sus retratos.

La reconocida fotógrafa Annemarie Heinrich nació en Darmstadt, Alemania, el 9 de enero de 1912. Murió en Buenos Aires el 22 de septiembre de 2005.

Su familia emigró hacia la Argentina en 1926 y se asentó en la pequeña ciudad de Larroque, Provincia de Entre Ríos. Allí aprendió fotografía de la mano de su tío Karel. Cuando su familia se mudó al Gran Buenos Aires, Annemarie instaló un "cuarto oscuro de fotografía" en su casa. Así nació su amor por la fotografía. Se definía como autodidacta.

 

"La belleza se aprende mirando. Trabajé toda mi vida mirando un cuerpo, una luz, un reflejo"

 

Nacionalizada argentina, Heinrich fue la productora de un tipo particular de imágenes. En sus retratos se refleja la figura del "autor" donde sólo habría objetos, novelas, libretos, partituras.

Annemarie Heinrich

Annemarie y sus "retratos de famosos"

En 1930 abrió su propio y modesto estudio y se convirtió en fotógrafa profesional, entre otras cosas, como retratista del star system local y "la fotógrafa" de grandes figuras del espectáculo para las revistas Antena, Sintonía y Radiolandia.

Emblema de la fotografía argentina del siglo XX, sus búsquedas artísticas más personales quedaron relegadas detrás de su producción comercial, que la consagró como una de las grandes retratistas del cine argentino de los años '40. Una maestra del contraste y del glamour. Pionera, además, en el desarrollo artístico y experimental de la fotografía como arte en la Argentina.

La cámara de Heinrich habla de ese encuentro entre un rostro, una gestualidad y la construcción de esa imagen del actor, la escultora, la bailarina o el músico. Puede verse no sólo la técnica impecable sino también el "alma" de los modelos a quienes desnuda con su arte.

Annemarie también incluye en su portfolio un profundo estudio del desnudo, el autorretrato y ensayos de tinte surrealista.

Sus fotografías dan cuenta de una búsqueda expresiva desde una mirada femenina y feminista.

Se rodeó de artistas de todas las disciplinas: actores y actrices de cine, estrellas de radio, cantantes de de ópera, bailarines de ballet y de tango, y comenzó a retratarlos. Gracias a que la industria del cine y de la radio estaban en auge en ese tiempo, sus fotografías fueron muy cotizadas en revistas de espectáculo como Sintonía, Radiolandia o El Hogar

Desde 1930 y sin interrupción durante cincuenta años, sus fotos fueron la carátula de toda publicación dedicada al espectáculo. Llegó a ser conocida como la inventora de un nuevo género en la Argentina: el "retrato de famosos".

Detrás de su cámara posaron los rostros de Tita Merello, Norma Aleandro, Alfredo Alcón, Graciela Borges, Luis Brandoni, Mercedes Carreras, Graciela Dufau, Victor Laplace, Mirtha Legrand, Bárbara Mujica, Lautaro Murúa, Palito Ortega y Evangelina Salazar, Marilina Ross, Soledad Silveyra y Enrique Liporace, entre otros.

 

Annemarie Heinrich

Socia fundadora del Foto Club Argentino, sus fotografías forman parte de la colección permanente del Museo Nacional de Bellas Artes, del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, del Museo Nacional de Cine y del Museo Mundial de Tango.

A lo largo de su carrera fue galardonada con el Primer Premio del Foto Club Argentino (1982); Primer Premio, Medalla de Oro, de la AAFP (1982); Premio Alicia Moreau de Justo a las Cien Mujeres Sobresalientes del siglo XX; “Honorable Excelencia Mundial” por la Federación Internacional de Arte Fotográfico, FIAP (1982); Miembro de la Gesellschaft Deutscher Lichtbilder (Alemania); Premio otorgado por el Teatro Colón por contribución a la cultura (1992); Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1992); Premio Argentino otorgado por el Museo Nacional de Bellas Artes (Primera Bienal Internacional de Arte de Buenos Aires (2001).

Pionera y vanguardista en su forma de aproximarse al cuerpo y a la sensualidad femenina, no sólo en su búsqueda como fotógrafa, sino al fundar, junto a otras cinco fotógrafas, el Consejo Argentino de Fotografía, cuya misión era la difusión y el estudio de la fotografía nacional. Desde sus orígenes en el año 1979 este grupo de fotógrafos y fotógrafas se unieron con el fin de promover la fotografía creativa. Organizaban exposiciones fotográficas, publicaciones y conferencias.

 

Retratista de Evita

Las fotografías que tomó Annemarie Heinrich fueron encargadas cuando Eva Duarte perfilaba su carrera de actriz radial y cinematográfica. Heinrich logró valiosos retratos de Evita. 

Varias de las fotos que le hizo a Evita, volcadas intensamente a la promoción de ella como artista, fueron seleccionadas por los editores para ilustrar las tapas o notas y reportajes en las principales revistas de Buenos Aires dedicadas al espectáculo.

La foto "Malla y los lunares" fue tomada el 25 de Octubre de 1939. La foto de Evita posando es del año 1937. Allí la muestra sonriente, desprejuiciada y de melena suelta.

 

Evita posando, 1937

 

Por esos años, las fotografías de Evita se alternaban entre el retrato recatado y algunas poses más sueltas. Existen testimonios de Eva visitando las redacciones y convenciendo a las secretarias para obtener estas notas. Muchas veces lo consiguió. La revista Guión, del 3 de abril de 1940, publicó la foto de Annemarie Heinrich en tapa, que la muestra en traje de baño.

Recordando la sesión en donde nació esta imagen de Evita con malla de lunares Annemarie Heinrich señalaba: "La primera vez que la retraté fue para la revista Sintonía. Me pidieron que le hiciera 'buenas fotos y un poco sexy, si es posible', algo que no pude hacer porque Eva no era sexy. Era una piba del interior, muy modesta y simple".

 

Malla con Lunares, 25 de octubre de 1939

La historia del retrato Eva Duarte: 1944

En 1942 Evita ya era popular. También había conseguido dejar atrás la pobreza. Ese año compró un coqueto departamento en la calle Posadas 1567, en el barrio porteño de Recoleta. Y con sus mejores vestidos y joyas volvió a posar para los más talentosos fotógrafos de Buenos Aires, en busca de aquellos retratos que, como toda artista de renombre, debía entregar a la prensa, a los representantes y a una incipiente legión de admiradores.

Por esos años los formatos preferidos por los artistas eran 18 x 12 centímetros para obsequios de importancia y de 14 x 9 centímetros (postal) para compromisos menores.

Los retratos, generalmente individuales, se entregaban en elaboradas carpetas con la publicidad del atelier, muchas veces con la dedicatoria escrita sobre la parte inferior derecha, la firma del artista y la fecha de entrega.

Retrato Eva Duarte, 1944

En este período se destaca uno de los retratos icónicos de Eva Duarte. Fue allí donde Annemarie Heinrich muestra un impactante primer plano de la actriz, con una intensa mirada y el rostro apoyado delicadamente en la mano coronada por un gran anillo de topacio, bajo un juego de luces y sombras. Esta imagen presidía el comedor del departamento de la calle Posadas que en 1944 Eva Duarte comenzó a compartir con Juan Domingo Perón, a quien había conocido en enero de ese año durante un festival de beneficencia en el Estadio Luna Park.

 

Annemarie, según Sara Facio

"Podemos afirmar que Annemarie Heinrich es la mayor retratista argentina del siglo XX. Creó una forma de presentar a los ídolos del cine, el teatro, la radio o la danza, idealizándolos al punto de hacer creer que eran perfectos. Desde 1930 y sin interrupción durante cincuenta años, sus fotos fueron la carátula de toda publicación dedicada al espectáculo. Experimentó, además, en montajes con cámara o en laboratorio con similar perfección que las actuales manipulaciones digitales.

Annemarie Heinrich es un permanente ejemplo de amor a su profesión, al trabajo y siempre estuvo presente en todo movimiento que aportara al desarrollo y dignidad de la profesión de fotógrafo".