Ana Portnoy, retratista de escritores
Ana Portnoy, retratista de escritores

Ana Portnoy, retratista de escritores

Arte
Fotografía
Conocida en el ambiente literario por sus retratos de escritores, la fotógrafa argentina Ana Portnoy falleció el 30 de mayo pasado en Barcelona, España.

"Mi mayor ilusión sería que me recuerden por haber sido testigo de una época, haber dejado un pequeño testimonio de algo… de mayores, de personas, de escritores, que según pasen los años, siempre representan una época", dijo alguna vez la fotógrafa argentina, Ana Portnoy. Y lo consiguió.

De sangre ítalo-rusa, nació en Buenos Aires en 1950 y falleció este 30 de mayo en la ciudad de Barcelona, donde vivía desde 1977. Su historia en la Argentina estuvo marcada por la política y el Golpe de Estado de 1976: en su familia hubo desaparecidos y los últimos meses antes de darse al exilio, vivió en la clandestinidad. 

"Salí con documentos falsos, con mi hija de tres años y embarazada de seis meses. Salí de la mano de Eduardo Luis Duhalde, Secretario de Derechos Humanos desde 2003 hasta su muerte (en el Gobierno de Néstor Kirchner). Él me sugirió que viniera a Barcelona. La ciudad me gustó y me quedé", contó en una entrevista. Era 1977 y España vivía la primavera democrática: "la gente estaba contenta, esperanzada". 

Ana Portnoy

En la ciudad catalana se inició en la fotografía, junto a los argentinos Elena Schlesinger, Carlos Bosch y Humberto Rivas. Sus primeras fotos, a principios de los años ochenta, fueron para ilustrar los fascículos de una enciclopedia -fotos de niños-, pero su sueño era hacer reportajes. Se animó a enviar uno al Periódico de Catalunya, donde le dieron el visto bueno. Entre 1988 y 1992 colaboró con el diario catalán, realizando entrevistas sobre temas sociales para el suplemento dominical.

Ese último año padeció una suerte de crisis con la fotografía. Sin embargo, animada por el escritor Raúl Argemí, con quien había militado en la Argentina, comenzó a frecuentar la librería Negra y Criminal, donde tuvo la idea de fotografiarlos a ellos, los autores. Iniciaba así una nueva etapa en su carrera profesional. Ana conjugó dos pasiones: el retrato y la literatura, y así emprendió el proyecto fotográfico "Un disparo al autor", para retratar a distintos autores literarios de la novela negra.

Juan Sasturain

Para ella posaron los españoles Juan Marsé, Maruja Torres, Javier Cercas, los argentinos Claudia Piñeiro, Clara Obligado, Juan Sasturain, Guillermo Martínez, Dolores Reyes, Mariana Enríquez y Kike Ferrari. También pasaron por su lente Leonardo Padura, Guillermo Orsi, el estadounidense James Ellroy, el griego Petros Márkaris, las chilenas Alejandra Costamagna e Isabel Allende, Colm Tóibín y Daniel Samper, entre muchos otros. 

Claudia Piñeiro

Fruto de este trabajo de años, en 2014 realizó la exhibición de ese proyecto, como parte de la BCNegra (un festival de novela negra que Barcelona celebra cada año). Allí, expuso muchos de los retratos a escritores del género, en el Centre Civic Pati Llimona. Esas mismas fotografías se exhibieron durante cinco años consecutivos en bibliotecas públicas de toda Cataluña y otras ciudades. De esta manera, Portnoy le puso rostro a las figuras que existen detrás de las grandes obras de la literatura policial.

"Si no me comunicara, me moriría. Para mí, la fotografía es la posibilidad de explorar otros mundos, de formar parte del paisaje humano por unos momentos y acotarlo. Soy curiosa de los mecanismos del alma. Hacer un retrato es un momento de encuentro, un momento íntimo de comunicación", expresó Portnoy en una entrevista española. 

Carlos Zanón, en su doble posición de escritor y retratado, escribió sobre Ana: "Ella mira y dispara. No mueve nada de sitio pero cuando guarda la cámara ya nada es igual. Ella como fotógrafa nunca molesta ni importuna. Pide un permiso que no le hace falta. Nunca dispara a quien no quiere. Nunca deja prisioneros y pocas veces enemigos. Ella llega, dispara y no se va nunca. Está ahí y tú lo sabes". Así describía Zanón el trabajo de la fotógrafa en acción, cuando está delante de su objetivo, que podían ser niños, escritores, ancianos… La marca registrada de Portnoy se deja ver en cada retrato, donde ella lograba relajarlos y desestructurarlos.

Carlos Zanón

Transformar la calle en un plató

Portnoy no era fotógrafa de estudio. Su amor por las calles de Barcelona la ayudó a tener el fondo que quería utilizar para los retratos. "Una foto es luz", dijo alguna vez, y la calle era el lugar donde encontraba la luz que necesitaba. "Una vez que decido el lugar, por la luz y por cómo queda esa calle desenfocada, ya establezco mi plató y empezamos a hablar. Desenfoco los fondos para destacar que el protagonista es el retratado, y a nivel estético, me gusta. Así me inicié, transformando la calle en un estudio".

Su pasión por el retrato se vislumbra en su acercamiento a personalidades conocidas por muchos y otros no tanto o casi nada. En su web subió más de 550 retratos: allí se pueden ver periodistas, dibujantes, chefs, profesores, libreros, guionistas, antropólogos, estudiantes, e inclusive "caminantes", según ella detalló.

A la salida del metro. Serie "Instantes", 2012

Sea quien fuere el personaje a fotografiar, la artista argentina se sentía muy segura de sí misma. "Si mañana viniera el Papa, yo no tendría ningún problema en animarme a hacerle un retrato. Si él se deja, yo lo hago con total libertad. No me intimida nadie. Me gusta mucho el respeto. Tengo convicción en lo que hago", confió hace unos años.

 

Siempre le faltó Cortázar

Ana tuvo un espacio muy valorado entre los escritores y editores del mundo entero, pero no haber podido fotografiar a Julio Cortázar fue una asignatura pendiente en su carrera y en su vida personal porque era el escritor con quien realmente le habría encantado hablar y, por supuesto, retratar: "¡Mira que los tengo a todos y a mano!, pero me falta Cortázar", confesó a un medio español. 

Una exhibición que sí pudo realizar fue La vida entera, en 2016. Allí logró visualizar un proyecto europeo de trece países coordinado en España por Javier Tejada, sobre el envejecimiento activo y saludable. La exposición fue una muestra de archivo de retratos de personas mayores de 75 años.

Alejandra Soler. Serie "La vida entera", 2016

"Una anécdota fue con Andreu Martín porque fue uno de mis primeros autores, el segundo de hecho, y estaba un poco tenso y le dije: 'A ver, Andreu, pensá en algo que te guste mucho'. Me dijo: 'Shirley MacLaine cuando era jovencita', y a partir de ahí ya el gesto se relajó y salió todo bien. Yo soy rápida haciendo las fotos, pero a veces el gesto se tensa. Nos reímos mucho con Andreu".

Andreu Martín

Ana Portnoy falleció el 30 de mayo en Barcelona, España. Su estilo se hizo huella, su forma de acercarse al entrevistado, de desarmar y espiar el alma de cada uno de sus fotografiados: un objetivo que puede observarse en todo su recorrido personal y profesional.