"La literatura argentina en el cine"

Ciclo de cine en el Museo Casa de Ricardo Rojas, en el que participan los autores de los libros en que fueron basadas algunas películas.


Del 29 de mayo al 12 de junio, el Museo Casa de Ricardo Rojas presenta "La Literatura argentina en el cine". Se trata de un ciclo en el que se proyectan tres películas, con el objetivo de analizar las relaciones de la literatura y el cine, tal como lo indica el título del encuentro.

Las proyecciones, de entrada libre y gratuita (con un bono contribución optativo de $25), culminan con un debate del que participan los autores del libro en el que se basó cada película, o su director.


Programación en detalle
Viernes 29 de mayo a las 18.30
Proyección de Los amores de Laurita (1986) basada en la novela homónima de Ana María Shua, quien formará parte del debate.
- Sinopsis: Laurita es una chica como casi todas. En la búsqueda de una identidad, va de amor en amor, de un hombre a otro, de la fantasía a la realidad. Pero bajo la apariencia de normalidad late una tensión que crece hasta culminar en un final tan apoteósico como privado. Desinhibida, graciosa, inteligente, Los amores de Laurita es a la vez una novela erótica y una radiografía en clave irónica de la burguesía argentina.
- Director: Antonio Ottone

Viernes 5 de junio a las 18.30
Proyección de Últimos días de la víctima (1982), basada en la novela homónima de José Pablo Feinmann, quien formará parte del debate.
- Sinopsis: Un asesino a sueldo tiene que cumplir una nueva misión, pero investigando a su víctima se obsesionará con una misteriosa mujer. Una intriga aparentemente simple y tradicional, pero desarrollada en Buenos Aires, con el clima creado por la omnipresencia de la última dictadura cívico-militar.
Director: Adolfo Aristarain

Viernes 12 de junio a las 18.30
Proyección de Dormir al sol (2010), basada en la novela homónima de Adolfo Bioy Casares. Formará parte del debate Alejandro Chomsky, director de la película.
- Sinopsis: Lucio y Diana componen un matrimonio de clase media "trabajadora". El es relojero y da la sensación de que mide su vida con los mismos instrumentos que emplea en su trabajo. Tal vez por ello quiere que su mujer supere la angustia que le ocasiona no tener hijos y “encaje” mejor en su vida privada y también en la vida social. A simple vista cuesta ver una crisis familiar, pero la desazón de Diana se deja entrever en los pequeños actos cotidianos y los problemas no sólo no se solucionarán, sino que además mutarán hacia zonas insospechadas.