Afrodita, la película inconclusa de Pino Solanas

Era diciembre de 2001. Fernando “Pino” Solanas había llegado desde Europa para pasar las Fiestas en Buenos Aires y, luego, comenzar con la filmación de su película Afrodita, el sabor del amor. Sin embargo, el país le estalló en la cara, como al resto de los argentinos. “Vino el corralito (...), leo el diario, Cavallo ha renunciado. A las 10 de la mañana prendí el televisor y vi lo que estaba pasando en Plaza de Mayo. No lo podía creer. No me despegué del televisor. A las dos de la tarde me fui con la cámara. (...) Después seguí filmando esos días que había cacerolazos, pero sin ningún plan. Era consciente de que ese día era histórico”, había recordado Solanas en 2004, cuando se estrenó el documental Memoria del saqueo, en el que expuso muchos de los acontecimientos que llevaron a la caída del gobierno de Fernando de la Rúa.

^{Foto gentileza: Thelma Film.}

Afrodita, por su parte, había quedado en el camino. Solanas —director de cine e intelectual que logró ocupar una banca como diputado y senador nacional, y de quien hoy se cumplen 85 años de su nacimiento— ya había realizado otras obras cinematográficas notables como La hora de los hornos (1968), El exilio de Gardel (1985), Sur (1988) y El legado (2016), entre tantas otras películas y documentales. Aquella vez, en 2001, tenía la intención de llevar a la pantalla grande el libro de la escritora chilena Isabel Allende, Afrodita. Cuentos, recetas y otros afrodisíacos. Allí, la autora cuenta en primera persona distintas anécdotas y experiencias, en la que va hilvanando las sensaciones y placeres del amor carnal, y los aromas y sabores afrodisíacos de una amplia gastronomía, en las que introducía también algunas leyendas e historias del folclore de distintas culturas. 

El personaje principal del filme iba a estar protagonizado por la reconocida actriz argentina, Cecilia Roth, quien interpretaría a Laura: una escritora argentina exiliada a causa de la última dictadura militar, que regresa a Buenos Aires y donde le espera otra serie de infortunios que deberá superar. El resto del elenco que iba a compañar a la protagonista, según había trascendido, estaba integrado por la italiana Giovanna Mezaogiorno (hija de Laura); la española Marisa Paredes (madre de Laura); el británico Stephen Rea (un antropólogo) y la propia mujer de Solanas, Ángela Correa (una estudiante de Letras). 

^{Foto gentileza: El País.}

“La característica que tiene esta película es que transcurre en su mayor parte entre España y Suiza y está muy inspirada en la vida de la propia Isabel Allende, ya que el libro de ella en el que me baso posee ciertos momentos autobiográficos”, había comentado el cineasta en una entrevista, sobre el filme que había guionado junto con Ricardo Monti. Y agregaba: “Mi intención es combinar lo grotesco con lo patético. La película será una comedia dramática con una historia humana muy fuerte, con mucha emoción y con muchas secuencias de humor. A mi me gusta mucho la picaresca y en esta película va a estar bastante acentuada”.

El proyecto era ambicioso y de gran presupuesto, pero el país y sus cíclicas crisis no lo permitieron. Hubo algunos intentos posteriores de retomar la filmación, incluso, con algunos cambios y suplencias del elenco, ya que muchos de ellos, como la propia Cecilia Roth, estaban filmando otras películas. En julio de 2020, Pino Solanas había sido nombrado embajador de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) y se encontraba en París. Tras contagiarse de coronavirus, murió en la capital francesa el 6 de noviembre de ese mismo año.

La actriz Cecilia Roth nos cuenta, para este día de homenaje al director e intelectual Pino Solanas, algunos momentos de aquella película que, finalmente, nunca logró ser.    

^{Foto gentileza: Alberto Pizzoli.}

Cecilia Roth es una de las actrices más reconocidas de Argentina y España. Actuó en más de treinta películas, obras de teatro y distintos programas de televisión. A lo largo de su trayectoria ganó múltiples distinciones, entre ellas: Premio Goya, Cine Europeo, Cóndor de Plata, Konex, Tato, Clarín y otros tantos premios más otorgados por diferentes festivales internacionles.

-Hubo muchos rumores sobre la realización de la película. ¿Se llegó concretamente a filmar algo?

-La película nunca comenzó. Pino nunca pudo conseguir el dinero para filmarla. Estuvimos con el proyecto que él había desarrollado y adaptado al cine de manera "lujuriosa" y brillante. Pero la verdad es que fue muy triste no llegar nunca a realizarlo. Hubo un momento en el que parecía que la cosa empezaba a andar, pero ese fue el momento cuando yo ya estaba filmando otra película en México. Pino, con la alegría de poder comenzar, le propuso a Victoria Abril el personaje que en un principio haría yo. A partir de ahí, no sé si filmaron algo o se quedó en el deseo.

-¿Cómo fue el primer acercamiento con el proyecto?

-Con Pino, fueron dos años de encuentros entre Buenos Aires y Madrid. Yo había leído el libro de Isabel Allende en cuanto apareció el proyecto. En ese momento estaba en Madrid, rodando Bajo otra piel, de Gerardo Vera. Era complicado, porque después tenía dos películas más: La hija del Caníbal en México y Kamchatka en Argentina. Él necesitaba tiempo para la producción, lo cual nos daba margen a los dos para poder hacerla. Pero la producción se complicó y no había fechas claras. 

^{Foto gentileza: Ciudad Magazine.}

-Entonces, no se llegó a filmar nada.

-Ni una escena. Mi agente se puso en contacto con él, después de un tiempo de no tener claro por dónde iban las cosas. A la vez, me habían convocado para hacer una película en Buenos Aires y mis tiempos dependían de los suyos. Lamentablemente, no se había concretado la producción y yo filmé otra película. Fue una gran pena que Pino no filmara Afrodita. Estaba, como era él, absolutamente metido y tomado por lograr el dinero y los apoyos, que evidentemente no llegaron.

-En el libro de Isabel Allende, la propia autora confiesa que tardó muchos años en disfrutar de los placeres de la comida y el sexo. ¿Hoy podríamos leerlo con otra perspectiva, a la luz de la actual lucha feminista?

-No recuerdo si la había leído desde ese lugar. Pino había escrito un guion exultante de placer con el que me sentía cómoda. Habíamos hablado bastante sobre la historia. Sin embargo, yo no quería arrancar para no manosear un guion que no sabía cuándo filmaría. Además, en el medio, ya estaba rodando otras películas.  

^{Foto gentileza de portada: Cadena 3.}