Adriana Lestido y sus madres e hijas, en blanco y negro
Adriana Lestido y sus madres e hijas, en blanco y negro

Adriana Lestido y sus madres e hijas, en blanco y negro

Fotografía
Adriana Lestido es una de las fotógrafas argentinas contemporáneas más destacadas. Sus fotografías en blanco y negro capturan sentimientos profundos y logran documentar la intimidad de las relaciones desde una óptica real y social.

Adriana Lestido nació el 7 de enero de 1955 en Buenos Aires, en el corazón de Mataderos.

De su infancia apenas tiene un vago recuerdo de una pequeña cámara con fuelle escondida en la habitación de sus padres: “Y algunas fotos de infancia, blanco y negro, con ese bordecito típico de las fotos de entonces, que yo creo que se hacían con esa camarita. Es muy probable que las hiciera mi viejo. Pero no tengo la imagen de él haciendo fotos, ni de nadie haciendo fotos”, dice Lestido.

 

Retrato de Adriana Lestido, por Constanza Niscovolos

Lestido había elegido la carrera de ingeniería, donde empezó a militar en la Tupac, la rama estudiantil de Vanguardia Comunista. Allí conoció a Guillermo Moralli, Willy, con quien se casó en 1974 cuando ella tenía 19 años y él 25. Al poco tiempo vino el golpe de Estado. “Fue un año durísimo. 1978. Todo mi grupo de referencia desapareció ese año. Una vez pensé: desde que conocí a Willy hasta que desapareció, en 1978, pasaron sólo cinco años, pero fueron como treinta o cuarenta, toda una vida”, contó alguna vez. 

En 1979 dejó la carrera de ingeniería, cambió de rumbo y eligió estudiar en la Escuela de Cine de Avellaneda, con Rodolfo Hermida. Entonces fue cuando sintió, por primera vez, que conocía su verdadera vocación: cierta mezcla entre cine y fotografía, disciplinas muy vinculadas entre sí. Se pasó a la carrera de fotografía, también en la Escuela de Avellaneda. Tiene el recuerdo intacto de estar a oscuras en una de las clases de ese curso, cuando empezó a soñar con fotos, a soñar que sacaba fotos. "Me tomó por completo, como nunca nada en la vida”, confiesa.

Fue en esa época mientras incursionaba de lleno en el mundo de la fotografía cuando vio la foto “Madre Migrante”, de Dorothea Lange, y se reconoció en la imagen; algo familiar que la reafirmó en su camino. “No quería imitarla, nunca se me ocurrió imitar a nadie en nada. Pero sí me inspiró, lo mismo que mucha gente después. Esa foto fue un faro. Y Dorothea, claro, su manera de mirar, el abordaje humanista de sus fotos. Son muy fuertes, pero a su vez hay una cosa absolutamente amorosa”, comparte Lestido.

Poco a poco la fotografía se transformó en eso que Adriana Lestido soñaba. Empezó haciendo fotos de chicos en las plazas. Y como tenía claro que el trabajo en las plazas no era para toda la vida salió a buscar trabajo en los medios: “Había poquísimas minas reporteras, rebotaba en todos lados. Y además no tenía mucho para mostrar”, dice, rememorando los primeros años en que buscaba trabajo como fotógrafa. Buscó y logró entrar a un diario de Lomas de Zamora, colaborando gratuitamente, y poco tiempo después le comentaron que había un nuevo diario, de izquierda. Era La Voz. La tomaron como colaboradora. Adriana creyó que tocaba el cielo con las manos.

Con su lente y sensibilidad, Adriana logra capturar sentimientos profundos, sobre todo cuando se trata de retratar mujeres, como en el caso de tres famosas series realizadas en la década de los noventa: madres adolescentes (1988-1990), mujeres presas (1991-1993) y madres e hijas (1995-1999).

Madre e hija de Plaza de Mayo, 1982

Pudiéndose hacer un lugar como reportera gráfica, espacio que veía difícil, fue en noviembre del '82 en un acto de Madres de Plaza de Mayo, en la Plaza Alsina de Avellaneda, cuando tomó la fotografía que la representa y que ha dado la vuelta al mundo: “En la plaza había una nena con pañuelo blanco que lloraba, todos los fotógrafos estaban alrededor haciéndole fotos. A mí me dio pudor levantar la cámara en ese momento pero cuando empezó el acto y los fotógrafos fueron al palco a fotografiar a los oradores, me quedé al lado de la nena y de su mamá, que tendría mi edad. En un momento la alzó, gritaron las dos y ahí hice la foto, son sólo dos cuadritos”. Esta imagen se convirtió en un símbolo de lucha, de injusticia, supervivencia, resistencia, y una estampa que Lestido quiere mucho y que con el tiempo se dio cuenta que fue la imagen fundante de todo su trabajo: “es el origen, todo viene de ahí”, asegura.

 

Madre e Hija de Plaza de Mayo, 1982

Adriana Lestido trabajó después varios años en la agencia Diarios y Noticias (DyN), donde la convocó Dani Yako, el editor jefe de la sección fotografía. DyN era un sueño para ella, una agencia de vanguardia donde estaban los mejores fotógrafos del país; formar parte del staff de la agencia fue un fuerte desafío y un gran aprendizaje para ella. Luego trabajó un tiempo en el diario Página/12.

De la mano de la fotografía periodística se encontró en 1986 tomando imágenes en el Amparo Maternal de Flores. La maternidad era un tema que la convocaba para encarar proyectos fotográficos, y en 1986 pudo empezar a hacerlo allí. Se involucró de lleno y aquello se transformó en un trabajo. Así surgió la serie “Madres adolescentes”. Entre 1988 y 1990 llevó a cabo este ensayo, que expresa el ambiente de desamparo y consternación, fruto de la situación de desprotección y de segregación social que sufren las adolescentes de bajos ingresos cuando se convierten en madres.

“En Madres adolescentes esa ausencia masculina se nos hizo quizás mucho más triste y aquella soledad casi intolerable. Esas madres-niñas que atienden y acarician a sus hijos como si fueran juguetes, viviendo aparentemente en total inocencia y fuera de toda racionalidad, nos llenó de congoja”, dijo Sara Facio sobre el trabajo de Adriana Lestido.

 

De la Serie "Madres adolescentes" 

Mujeres Presas

En 1991 ganó la Beca Hasselblad que le permitió meterse de lleno en un nuevo proyecto: “Mujeres Presas”. Su idea original era registrar la maternidad en cautiverio, pero la realidad que encontró la llevó mucho más allá de su idea original. Así, entre los años 1991 y 1993 se propuso registrar con una fuerza expresiva y sensible a las mujeres en la cárcel. Sus fotografías relatan ausencias, descuidos, revueltas, desesperación transmitida especialmente a través de los ojos de estas mujeres. “La realidad es mucho más dura, estar con un hijo en la cárcel es secundario, lo fuerte es estar preso. Así, el eje se fue corriendo y terminó en lo que es, ‘Mujeres Presas’. Fue muy duro hacer ese trabajo, mucho más duro de lo que imaginaba. Tuve momentos de crisis fuertes mientras lo hacía. Pensé que no iba a poder terminarlo, pero por suerte pude y así logré sacarme un gran peso de encima”, confiesa.

Foto Serie "Mujeres Presas" (1991-1993)

Luego ya no podría volver a hacer fotos allí. Cuando la convocó el Ministerio de Justicia para proponerle que hiciera otro libro sobre la cárcel de Ezeiza, Lestido les propuso dar un taller con las presas y que fueran ellas las que sacaran sus propias fotos: “Se hizo y estuvo buenísimo. Fue quizás una manera de devolver algo de lo mucho que me habían dado”.

Luego de este proyecto a Adriana le cayó en las manos el libro de Amy Tan, El Club de la Buena Estrella, sobre madres e hijas. Era lo que quería hacer; y entonces se metió de lleno en la serie “Madres e Hijas”.

Madres e hijas (1995-1999)

"Madres e Hijas" es su última serie dedicada exclusivamente a las mujeres, y también la realización de su proyecto sobre la maternidad. Entre 1995 y 1999 Lestido acompañó a cuatro madres con sus respectivas hijas en distintas etapas de la vida. La intimidad de la maternidad fue retratada por la fotógrafa a partir de momentos de cariño, complicidad, conflictos, agotamiento, desamparo, simbiosis. “Estuve tres años fotografiando a madres e hijas. De alguna forma el trabajo que pensaba hacer en un año sobre maternidad terminé haciéndolo en más de diez”, cuenta.

Foto "Eugenia y Violeta", de la serie "Madres e Hijas" (1995-1999)

Adriana Lestido, según Sara Facio

“Adriana Lestido siempre nos ha sorprendido por los temas abordados en sus ensayos fotográficos. Es innegable su tendencia a hacer visible los lazos de la comunicación entre las mujeres, en especial los conflictos sentimentales, diríamos ocultos, que se dan entre madres e hijos y que llegan a crear una simbología diferente y personal de la maternidad. Las protagonistas de estas cuatro historias, transmiten sensaciones encontradas entre mujeres de muy diferentes edades. Las une el similar hábitat de una misma clase social y por sobre todo lo más importante: el trascendente deseo de estar juntas”, dice Sara Facio en el prólogo del libro Adriana Lestido. Madres e hijas (La Azotea Editorial, 2003).

Lestido ha realizado además otros proyectos entre los años 2002 y 2012: “El amor”, “Villa Gesell”, “México”, “Antártida” y “México”.

El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) realizó una retrospectiva en 2013 que reunió fotografías de la artista desde 1979 a 2007. 

Sus colecciones están en el MNBA, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo de Arte Contemporáneo Castagnino+macro de Rosario, Fondation Cartier pour l’art contemporain, París, Francia, Museum of Fine Arts, Houston, Estados Unidos, entre muchos otros distinguidos espacios culturales de Argentina y el mundo.

Publicó siete libros fotográficos, entre ellos, Mujeres presas (2001), Madres e hijas (2003), Lo que se se (2012) y Antártida Negra (2017), entre otros.

Entre numerosas distinciones y reconocimientos, en 1991 obtuvo la beca Hasselblad; en 1995 la beca Guggenheim, otorgada por primera vez en fotografía en la Argentina; en 1997 el Premio Mother Jones; en 2009 el Gran Premio Adquisición del Salón Nacional de Fotografía; nombrada Personalidad Destacada de la Cultura de la Legislatura de Buenos Aires; beca John Simon Guggenheim Memorial Foundation, Estados Unidos; Beca Erna and Victor Hasselblad Foundation, Suecia. En el año 1983 recibió el Primer Premio Derechos Humanos, APDH.

En el 2015 realizó la curaduría de la exposición Bernard Plossu-Francoise Nuñez, Juntos, para el Museo Nacional de Bellas Artes, y de la exposición Aquí Nos Vemos. Fotografía en América Latina 2000-2015, en el CCK (esta última junto a Juan Travnik y Gabriel Díaz). 

Forma parte de la agencia Vu (Francia) y es representada por Rolf Art (Argentina) y por Clair (Alemania/Francia).

 

Foto de apertura "Marta y Nanu", de la Sserie "Madres e Hijas" (1995-1999)