Adriana Fernández: “Las nuevas tecnologías son espacios de lectura”
Adriana Fernández: “Las nuevas tecnologías son espacios de lectura”

Adriana Fernández: “Las nuevas tecnologías son espacios de lectura”

Infancias
El cuento “Patito Rodríguez”, de la escritora Adriana Fernández, integra ¿Escuchamos un cuento?, la iniciativa del Ministerio de Cultura de la Nación, destinada a que las familias compartan narraciones escritas por reconocidos autores y autoras argentinos e interpretadas por invitados especiales.
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Adriana Fernández es profesora de Castellano, Literatura y Latín, y ejerció la docencia en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y Universidad de Buenos Aires (UBA). Trabaja en Editorial Planeta, donde tiene a su cargo el departamento de Literatura Infantil y Juvenil.

En el ámbito de la literatura infantil publicó los libros de cuentos “Pato Pico Chato” y “Clara está en la luna”, así como narraciones y poemas en antologías escolares.

“Patito Rodríguez” fue publicado en el libro “Tiene un libro de brujas y otros  cuentos”, y forma parte de ¿Escuchamos un cuento?, narrado por el docente y poeta Diego Di Vincenzo.

Adriana habla de su participación en la propuesta del Ministerio de Cultura de la Nación, la importancia de la lectura en el actual contexto de aislamiento, las temáticas más elegidas por niños y niñas, por las familias, y su visión acerca del mundo infantil hoy.

Foto Gentileza Guillermo Miguens 

-¿Cómo fue la experiencia de participar de "¿Escuchamos un cuento?"?

-Le había pedido a Diego Di Vincenzo que lo lea, dado que había trabajado muchísimas versiones del cuento. El está haciendo podcast, entonces trabajó una versión más actuada, tratando de llegar a una especie de grado cero de lectura y una versión intermedia. Elegimos una versión intermedia, con algo de actuación y momentos un poco más distantes y fue muy, muy entretenido. Nunca me había pasado; nunca había escuchado un cuento mío en voz de otro. Me fascinó, me encantó.

-¿Qué opinión te merece la propuesta, en esta época tan particular?

-Esta propuesta surge justamente por el momento de aislamiento, pero me parece que es una propuesta que no necesita del aislamiento social preventivo, que no necesita de pandemia. Es un modo de difundir la literatura en redes públicas, para todos y para todas. Creo que aparecen ideas que resultan necesarias en este momento y que, tal vez, en otro momento, no hubieran aparecido; esta fue una de esas ideas.

-¿Cuánto puede ayudar la lectura a las infancias?

-Si los niños y las niñas tienen alguna costumbre de lectura, alguna promoción interna en la familia, aparte de las promociones escolares y públicas de políticas públicas de la lectura, la lectura siempre va a ayudar. Tal vez no se pueda implementar a la fuerza, por esta situación en particular. Lo que no se venía haciendo, difícilmente se puede implementar de golpe. Que nos lean o que leamos, la situación de escuchar al narrador, como esa escena primitiva de estar escuchando a los narradores que contaban historias, siempre hace que el tiempo pase metidos nosotros, los que escuchamos o leemos, en otros mundos. Cuando este mundo se vuelve un poco adverso esa experiencia va a estar especialmente buena.  

Foto Gentileza Editorial Comunicarte

-¿Cuáles son las claves del relato en la infancia?

-Estoy segura de que las claves de los relatos para la infancia no pasan porque los escritores y las escritoras creamos que las tenemos. Cuando creemos o estamos muy seguros de que esto es lo que quieren leer los chicos ahora, yo ahí dudo, prefiero pensar por donde no pasan y experimentar en el resto de los lugares.

-¿Cómo incentivar a los chicos y las chicas a la lectura ante el avance de las nuevas tecnologías?

-Prefiero no poner a la lectura en un lugar de oposición o de enfrentamiento con las nuevas tecnologías. De hecho las nuevas tecnologías y los nuevos soportes traen historias. Veamos qué cantidad de mundos de ficción conocen los chicos y las chicas por los juegos a los que juegan, cuánto pueden hablar los chicos y las chicas, por ejemplo, de mitología. Hay muchísimos juegos cuyos personajes deambulan por mitologías de distintos lugares. No pondría el fantasma de la aparición de uno sobre el fantasma de la desaparición del otro, no los pondría enfrentados, porque así perdemos a los lectores más chicos. Entendamos que eso les interesa porque eso nos interesa a los adultos también. Entendamos que los adultos también leemos las noticias en twitter; entendamos que a los adultos nos encantan algunos relatos de algunos escritores o escritoras de Instagram, seguimos a médicos o médicas o nutricionistas también en Instagram. Entendamos que esos soportes son también soportes de lecturas, que las nuevas tecnologías son espacios de lectura. Conviven perfectamente, se cuentan historias en ambos lugares. Todo convive, se van agregando modos de leer, modos de contar.            

-¿Cuál es la temática que más se busca, hoy, en la literatura infantil?

-Es innegable que los chicos y las chicas buscan temáticas y es innegable que los padres y las madres también buscan temáticas. Eso va de uno en otro pero eso también tiene que ver con las edades. Es interesante y divertido hacer la experiencia, si uno entra a una librería y escucha a los chicos, ellos más o menos saben qué quieren, sea porque van a buscar un personaje de una marca comercial, un personaje de una licencia de libros, sea porque van a buscar un autor. Muchas veces los padres, sobre todo de los niños y las niñas más pequeños, van a buscar algún libro que tenga una función para la vida y la edad de ese chico. Pienso que podríamos segmentarlo por edades. Cuando son más chiquitos, los padres y las madres buscan libros funcionales, algo que vean en la tele, en youtube, personajes con los que empaticen y, a veces, literatura. A medida que los chicos van creciendo, son los chicos los que eligen. Si nos preguntamos si este es un momento de tendencia de libros de brujas, de libros de magia, de misterio, me parece que todas esas tendencias conviven. En la literatura juvenil es un poquito más marcado, pero en la literatura infantil todas esas tendencias conviven y también se crean a partir de la currícula escolar.

-¿Cómo ves el mundo de las niñas y los niños hoy?

-Yo creo que tienen un mundo maravilloso para explorar. Los chicos son tan sagaces y este mundo es un mundo en que hay una enorme oferta comercial para los chicos, porque hay una enorme demanda. Los que nos dedicamos a producir libros, desde las editoriales, producimos lo que se demanda, todo este juego de oferta y demanda, propio del capitalismo. También creo que toda esa oferta funciona como un fabuloso estímulo. Son niños y niñas muy estimulados, muy sagaces, por supuesto, si tiene los recursos para comer, para divertirse, para vestirse, para que haya un clima de amor en la familia. Siento que la enorme sagacidad es producto de esta curiosidad creada, ofrecida y creada por ellos también.    
 
Foto Portada Gentileza Editorial Comunicarte