Adiós a Juan Rescio, el hombre del viento
Adiós a Juan Rescio, el hombre del viento

Adiós a Juan Rescio, el hombre del viento

La pandemia se cobró la vida de uno de los referentes culturales más genuinos del país. Ayer falleció el “padre” y “abuelo” de las generaciones qom del Chaco.

Referente de la comunidad qom (toba) en el Chaco, miembro fundador del Coro Toba Chelaalapí (Bandada de Zorzales en qom), promotor del n´vique (violín de lata) y un “padre” y “abuelo” para las nuevas generaciones que crecieron con sus relatos, música y cariño. Así fue Juan Rescio, cuyo nombre en qom es Kosorot, que significa “espíritu y sonido del monte”, y cuya voz se apagó este miércoles.

“Recibimos un fuerte golpe con la partida de Juan, uno de los fundadores y pieza fundamental del Coro, una excelente persona, un ser maravilloso que trabajó incansablemente para dar a conocer la música y la cultura del pueblo qom. Hoy dejó de sonar su canto para reunirse con los otros Zorzales”, dijo en su despedida Claudio Largo, director del Coro Toba Chelaalapí.

El Coro Chelaalapí se fundó en 1961 en el Barrio Toba, en las afueras de Resistencia, donde vivía Juan Rescio. La formación fue consagrada como Patrimonio Cultural Viviente por la UNESCO, Embajador Cultural de la Etnia Qom, Coro Oficial de la Provincia de Chaco, y Patrimonio Cultural y Símbolo de la Cultura Chaqueña.

Una pérdida irreparable

La cultura qom, la cultura chaqueña y la cultura nacional pierden en Juan a uno de sus referentes más genuinos, un promotor de su música y costumbres. Con sus instrumentos, como el n´vique, supo compartir con otros artistas y géneros una sonoridad que lo distinguió desde siempre en los cantos y sonidos del Coro Toba Chelaalapí. 

"Juan fue uno de los fundadores de nuestro emblemático Coro Qom Chelaalapi. Desde ese lugar, resultó un guardián entrañable de nuestras culturas originarias, una figura notable en el fortalecimiento y construcción de nuestra identidad intercultural. Se encargó de resonar con nuestro monte chaqueño y traernos sus sonidos para que no olvidemos nuestras raíces y la diversidad que compone nuestra identidad", señaló en su despedida Mariela Quirós, presidenta del Instituto de Cultura del Chaco.

Charo Bogarín, cantante y artista formoseña que trabajó junto con el Coro Toba Chelaalapí, recordó a Juan: "Es una gran pérdida, tuvimos la oportunidad de conocerlo cuando comenzamos el proyecto de Tonolec; viajamos juntos en giras por Buenos Aires y tocamos en Cosquín en una presentación histórica que quedará guardada en nuestra memoria como uno de los grandes tesoros que nos dio esta vida; la imagen de Juan, tocando su bombo y cantando las canciones en lengua qom. Fue un ser amoroso que nos recibió y abrió los brazos, junto con la Abuela Zunilda Méndez y los demás fundadores del Coro".

Diego Pérez, músico y productor chaqueño, también tuvo palabras de despedida para este zorzal chaqueño: "Allá por el año 2000, después de cantar con el Coro Chelaalapí, Juan me dijo que el bombo/kopac kataquí se tocaba siguiendo el ritmo del corazón y luego con el tiempo lo fui conociendo y vi que así lo hacía él cada vez que enseñaba y transmitía los conocimientos de su cultura, al ritmo del corazón. Buen viaje y gracias por el ejemplo y el amor".