Manuel García Ferré, creador de Anteojito y tantos otros
Manuel García Ferré, creador de Anteojito y tantos otros

Manuel García Ferré, creador de Anteojito y tantos otros

Efemérides
A 91 años de su nacimiento, recordamos a Manuel Garcia Ferré, historietista y creador de grandes personajes infantiles, de la mano de Tamara Accorinti, magister en Sociología de la Cultura y autora del libro Manuel García Ferré.

Manuel Garcia Ferré nació en Almería, España, el 8 de octubre de 1929. Llegó a la Argentina cuando tenía 17 años. Comenzó a trabajar en agencias de publicidad y recorrer redacciones hasta que su personaje, el pollito Pío Pío, apareció en las páginas de la Revista Billiken.  

"Mientras al chico le des imaginación, le des aventura y le des personajes buenos y malos... El chico en esencia es bueno, es travieso, pícaro, lo que pasa es que los mayores les informamos con otro método. Y creemos que son más inteligentes, porque les damos mucha más información, pero eso no quiere decir que estén maduros. El chico tiene los mismos móviles siempre: la ambición, el querer, el poseer, el coleccionar...Los móviles de aventuras, de imaginación, de deseos, son los mismos", Manuel García Ferré. 

Tamara Accorinti es magister en Sociología de la Cultura y licenciada en Artes, docente universitaria e investigadora. Participó del programa Investiga Cultura del Ministerio de Cultura de la Nación con la tesis Infancia e Industria Cultural en la producción de Manuel García Ferré , y es autora del libro Manuel García Ferré. Como docente se desempeña principalmente en el área de la semiótica y la estética de las artes audiovisuales. Como investigadora se dedica al análisis audiovisual de la animación para la infancia. Es profesora titular de Producción Audiovisual para la Niñez y Juventud en la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de Semiótica Audiovisual en el departamento de las Artes Multimediales de la Universidad Nacional de las Artes y profesora adjunta de Semiología y de Semiótica del Cine en la Universidad del Cine. Entre sus publicaciones se destacan Infancia, sexualidad y norma en Si Muero antes de Despertar (Carlos Hugo Cristhensen, 1952), Intersecciones entre la comedia musical y el melodrama en el cine de animación, Cine de animación e infancia en Argentina durante la primera mitad de la década de 1970.

Hablamos con ella acerca de la producción fílmica del historietista, sus personajes más representativos, la trascendencia en el tiempo y el legado de García Ferré para las nuevas generaciones de niños y niñas.

¿Qué te motivó a investigar la obra de Manuel García Ferré?

-Estudié en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). En el 2013 iniciaba mi tesis de maestría de Sociología de la Cultura en el IDAES y trabajaba, desde hacía un tiempo, en análisis de contenidos audiovisuales para las infancias y, como docente universitaria, me desempeñaba en el campo de la semiótica. Observé una vacancia, tanto en la teoría como en el campo de las historias  de estudios, que se dediquen a pensar  el cine y el audiovisual en general, destinados a niños y niñas.  Pensé en García Ferré, aquel director y productor español, que residía desde su adolescencia en Argentina y que había creado un montón de personajes como Anteojito, Hijitus, la bruja Cachavacha, Larguirucho, Neurus y muchos otros, que habían poblado la infancia de varias generaciones.

En esa época, en los medios de comunicación hegemónicos, se generaba una falsa dicotomía entre dibujos animados que denominaban ideológicos, como Zamba de Paka Paka de otros que, aparentemente, no lo eran, como Hijitus, que se volvía a pasar en retransmisión por canal 13. Esto me motivo a investigar sobre cuál o cuáles eran las imágenes de la infancia que se construía en la década del 70. Me adentré en el  análisis semiótico de las películas de García Ferré para, desde allí,  vincular  las mismas con otros textos que hablaban sobre la infancia durante aquellos años. 

-¿Cuáles fueron las conclusiones de tu trabajo? 

-En primer lugar remarco que García Ferré ha consolidado un sistema de estrellas animados que permitía el pasaje de personajes por diversos medios de la industria cultural. Los personajes de la revista publicitaban a los de la televisión y éstos a las películas  y al disco y el disco nuevamente a la televisión  y así sucesivamente. Consolidó un sistema de merchandising que hoy muchos lo guardan como colección. Este Star System animado ha sido único en la historia de la animación nacional. Estos personajes y sus frases características como habla más fuerte que no te escucho de Larguirucho o Intringulis Chingulis de Anteojito, ha cautivado la memoria de varias generaciones con personajes y gags que permitían reconocer partes de nuestra cultura nacional en esas animaciones.  El carácter animado de estas estrellas permitía que se vuelvan a producir diferentes programas, en diferentes años, con los mismos personajes. De este modo se refuerza uno  de los aspectos centrales de la categoría de Estrella.  ¡Ya que el dibujo no envejece! Este sistema de estrellas lo ha  tomado como modelo del sistema de producción y distribución de  Walt Disney, que también ha consolidado una cadena de personajes estrellas representativos de la productora como el Pato Donald, Mickey, las princesas Disney, etc.  

En segundo lugar, y entrando un poco más en el análisis ideológico de la filmografía, trabajo sobre  la problemática de género. Por ejemplo las dos imágenes de mujeres que aparecen son la bruja Cachavacha y la vecinita de enfrente, que ya el nombre lo indica se construye en tanto es objeto de la mirada de Oaky. A su vez sostengo que las películas presentan a los personajes en una oposición entre  bondad - inocencia como connotación positiva y maldad -ambición como connotación negativa. Esta oposición también pertenece al universo de Walt Disney, el cuál organiza las cualidades morales de los personajes como condiciones innatas e inalterables. Por ejemplo en Las aventuras de Hijitus, el dinero es lo que mueve la narración, sin embargo la serie traspone la lógica económica a una oposición moral entre buenos y malos. Como varios otros dibujos animados de la época, hay una naturalización de la violencia.

A través del análisis estético, narrativo y enunciativo de los films voy indagando sobre los modelos ideológicos de los mismos y, desde allí, voy pensando estos elementos con las coordenadas ideológicas de la época, poniendo los filmes en relación con otros textos culturales o de entretenimiento de los años '70. 

-¿Qué hizo que sus personajes trascendieran en el tiempo? 

-El carácter de la animación permitió que los mismos personajes de los años '60 y '70 continuaran en la década del 80, para luego reaparecer, años después, como personajes secundarios en el film Manuelita (1999). Creo que los mismos se han consolidados como parte de la memoria emotiva de los que fuimos niñas y niños en esa época y como parte de la memoria cultural de la Argentina. Por ejemplo, en San Telmo hay estatuas de Larguirucho y otros personajes que funcionan como íconos de la producción nacional. 

Paseo de la Historieta, San Telmo. 

-¿Cuáles de sus personajes fueron los más queridos y representativos para los argentinos? ¿Por qué?

-Larguirucho es uno de ellos. Representa un poco la bondad del chico del barrio pero, por momentos, cae un poco en  la maldad debido a su falta de inteligencia. Esto hacía del personaje ser el bufón de la serie. También Hijitus atraía ya que era un personaje pobre que vivía en un caño, pero también era el superhéroe de la serie. Otro que está en la memoria de todas y todos es  Pucho, el tanguero representante de la cultura porteña.  Anteojito, tal vez, marcaba el sello de la productora. Era un personaje que condesaba la bondad, la ingenuidad y la inteligencia, representando un poco el  mensaje que quería transmitir García Ferré a las infancias. Justamente por eso, era un personaje más llano por la poca ambigüedad que representaba. 

-¿Cómo ves la relación de los niños y niñas de hoy con las historias y los personajes de García Ferré?   

-Creo que García Ferré no ha llegado a las generaciones actuales. Si creo que alcanzó a los niños y niñas de los años '90 con Manuelita y Pantriste, pero ya Soldedad y Larguirucho evidenció la distancia con las nuevas generaciones. Tampoco pareciera ser el principal objetivo del filme, ya que, en gran parte, esa película es un homenaje a la cultura del entretenimiento nacional. El film propone una hibridación de personajes contemporáneos, con los de la productora de García Ferré y otros de la década del '70, como Carlitos Balá por ejemplo, para construir un homenaje a la cultura nacional que se dirigía más a la memoria emotiva de los padres que a los niños y niñas. También el haberse dejado de imprimir la revista Antojito, en el año 2001, ha alejado a las nuevas generaciones de esos personajes. El tratamiento de algunas temáticas, como las de género y esa asociación bondad-ingenuidad, como connotaciones positivas, están lejos de los universos audiovisuales de los niños y niñas de hoy. 

"Pelusa" Suero, el locutor que puso voz a los personajes

El comediante, locutor y actor de voz argentino, Pedro Domigo "Pelusa" Suero, dio vida a las voces de Larguirucho, Profesor Neurus, Pucho, Goldsilver, Comisario de Trulalá, Chofer Gutiérrez, entre otros.

Contratado por García Ferré para diseñar las voces de los personajes, comenzó por Anteojito y llegó a diseñar 16 personajes a lo largo de 45 años.

Anteojito, la revista que acompañó generaciones

La popularidad de los personajes Anteojito y su tío Antifaz originó la revista publicada, por primera vez, el 8 de octubre de 1964 llegando a vender 250 mil ejemplares en esa primera edición. A lo largo de 37 años acompañó la educación y el entretenimiento de niños y niñas. La última publicación fue a fines de 2001, promediando dos mil ediciones.

 

Manuelita: la unión de Manuel García Ferré y María Elena Walsh en el cine

En el año 1999 María Elena Walsh y Manuel García Ferré se unieron en un film de dibujos animados sobre la tortuga más famosa del mundo infantil, a raíz de la canción compuesta por María Elena.

Manuel García Ferré, convencido que Manuelita era un derroche de magia, ternura y fantasía le propuso a María Elena Walsh la realización del largometraje con la tortuga como protagonista. María Elena colaboró en el guion y en la composición de nuevas canciones, creadas especialmente para la película. La exigencia de la creadora fue que Larguirucho formara parte de la película. El film cuenta cómo nació y cómo era el hogar de la tortuga.

 

10 personajes muy queridos

El imaginario pueblo de Trulalá albergó a gran parte de las diversas criaturas que nacieron de la mano de Manuel García Ferré. Allí vivían, entre otros, un niño que podía convertirse en superhéroe, un millonario, un comisario, un profesor loco que buscaba el mal y amigos algo torpes.

  1. Anteojito: un niño de ocho años con grandes gafas, una gorra y enormes zapatillas, muy estudioso y educado, muy aventurero, que vive en Villa Trompeta con su tío Antifaz.
  2. Antifaz: un hombre bondadoso, retacón, calvo y que usa un pequeño sombrero fucsia y un enorme antifaz negro. Es el cómplice número uno de las travesuras de Anteojito.
  3. Hijitus: un niño humilde que vive en un caño de desagüe cloacal reformado como una casa, en la ciudad ficticia de Trulalá. Se transforma en el héroe Super Hijitus para proteger a su ciudad de la banda liderada por el malvado Profesor Neurus. Su sombrero, tipo galera, es la fuente de sus poderes acompañado por la frase: Sombrero, sombreritus, conviérteme en Súperhijitus. ¡Fu fuuu y chukuchukuchuku!".
  4. Larguirucho: alto, desgarbado, orejón, con una nariz parecida al hocico de un ratón y despestado. Usa siempre gorras de distintos colores. Su risa característica era Ju ju ja ju ja ju y cuando no entendía algo decía Hablá más fuerte que no te escucho.
  5. Trapito: un espantapájaros, muy querido, con rostro de paño blanco, pies de madera, un sombrero de punta anaranjado, un saco de color fucsia, pantalones azules y una cuerda como cinturón. Un personaje triste, sin ilusiones que, con ayuda de Larguirucho y el gorrión Salapín, consiguió su felicidad.
  6. Profesor Neurus: un científico loco, bajito, con cabellos grises y gafas de aumento. Un villano que trama planes maléficos para controlar la ciudad de Trulalá. Retaba a sus colaboradores con la frase ¡Cállate, re tonto!
  7. Bruja Cachavacha: una bruja siempre acompañada por su mascota, un búho al que llama "pajarraco". Sobrevuelan la ciudad de Trulalá en una escoba asociada con el Profesor Neurus en contra de Hijitus.
  8. Pucho: mano derecha de Neurus. Usa gorra y antifaz de ladrón, habla en lunfardo  y tiene un pucho en su boca.
  9. Calculín: un niño muy inteligente y estudioso, representado con una caballera a modo de  libro abierto, anteojos de aumento y un guardapolvos blanco.
  10. Petete: un pingüino de color marrón claro, con la cara y el abdomen amarillos, gorro de lana con pompón encima y un chupete colgando del cuello. En 1974 tuvo su propio microprograma y su enciclopedia “El libro gordo de Petete”. Aún resuenan sus palabras  El libro gordo te educa, el libro gordo entretiene y yo te digo contento, hasta la semana que viene.

 

Manuel García Ferré falleció el 28 de marzo de 2013 a los 83 años en la ciudad de Buenos Aires.