25 frases de Rayuela a 56 años de su publicación
25 frases de Rayuela a 56 años de su publicación

25 frases de Rayuela a 56 años de su publicación

A más de medio siglo de la publicación más famosa de Julio Cortázar, compartimos algunas curiosidades y 25 frases que hicieron de esta novela, un boom latinoamericano.
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Se sabe que Cortázar fue uno de los grandes referentes de la literatura argentina. Escritor desde pequeño, sus padres lo incentivaban a salir a jugar para que no se quedara todo el tiempo en casa, leyendo y escribiendo. Sin embargo, su destino ya estaba sellado. No solo se convirtió en un autor más que celebrado en nuestros país y el exterior, sino en uno de los paladines del llamado Boom latinoamericano: aquel movimiento que puso sobre el mapa, aún más, la literatura de esta región en el resto del mundo. 

Escritor de cuentos, poesías, cartas, críticas, traducciones y más, fue la novela Rayuela una de las que más fama ganó a lo largo de su carrera. A 56 años de su publicación, mediante la editorial Sudamericana, todavía da de qué hablar. Si bien fue muy celebrada, no todos comparten la misma idea. Y es claro: no todas las obras están hechas para todos. Sin embargo, vale la pena acercarse a cada una de ellas y tener una propia experiencia. 

Un boom de la literatura

Más allá de los acercamientos que pueda suscitar la novela, Rayuela sobrevuela en el imaginario de los lectores -incluso de aquellos que no lo son tan asiduamente- como un libro que marcó cierta época de la literatura argentina y latinoamericana. El hacedor de este quiebre se lo debe también a Francisco Porrúa, el editor español de Sudamericana que vivía en Argentina. Fue quien también publicó otras grandes obras de autores como Manuel Puig, Juan José Saer, Alejandra Pizarnik, Leopoldo Marechal. Porrúa fue, además, quien publicó en la Argentina la primera edición de la monumental Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

Pero ¿qué es lo que tiene Rayuela para haber ganado un gran reconocimiento? Tal vez, su estructura, lenguaje, construcción lúdica y temas como el amor, las artes, la música tratados con un estilo único y personal, fueron los pilares que hicieron de esta novela un Boom de la literatura latinoamericana.

Curiosidades

En relación con el lenguaje, el autor inventó -mediante los protagonistas, La Maga y Horacio Oliveira- el glíglico: se trata de un idioma muy rítmico y musical que se interpreta como un juego que solo hablan y comparten los enamorados, creando su propio universo. Algo así como el jabberwocky de Lewis Carroll, incluido en Alicia a través del espejo, o las invenciones líricas de Oliverio Girondo. 

“Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las anillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios”. (Rayuela, capítulo 68).

Otra de las construcciones lúdicas que pueden encontrarse en Rayuela son los opuestos complementarios. En una oportunidad, Cortázar comentó que en su novela hay elementos que pueden compararse con las mándalas: aquellas representaciones gráficas y simbólicas que vienen del budismo y el hinduismo, en las cuales los colores tienen su posición y se complementan con sus opuestos. En la novela, hay muchas de esas figuras opuestas, pero le toca al lector descubrir qué posibilidades existen de juntarlas o combinarlas. Por ejemplo, Cortázar escribe: “Los pasajes donde la ló(gi)ca acababa ahorcándose con los cordones de las zapatillas”. Humor, dobles sentidos y multiplicidad de lecturas y significados abren el juego, en este caso, de la razón y la locura. E invita a reflexionar sobre la posibilidad de combinación y de cuán cerca está, quizá, una de la otra.

Por otro lado, la música tiene una gran presencia a lo largo del texto. El jazz, una de las grandes pasiones de Cortázar, también tiene su protagonismo. Los integrantes del famoso “club de la serpiente” se reúnen mientras escuchan la música preferida del autor. Según él, la que permite crear con más libertad y siempre abierta a la experimentación. También se mencionan grandes artistas, músicos y pensadores. Entre ellos: Homero, Roberto Arlt, William Faulkner, Michéle Morgan, Picasso, Bessie Smith, Octavio Paz, Edgar Allan Poe, Jean-Paul Sartre.

A continuación, compartimos algunas frases y extractos de Rayuela:

  1. “Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”.
  2. “Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”.
  3. “Sólo viviendo absurdamente se podría romper alguna vez este absurdo infinito”.
  4. “La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos”.
  5. “Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso”.
  6. “Música, melancólico alimento para los que vivimos de amor”.
  7. “¡Oh corazón mío, no te levantes para testimoniar en contra de mí!”.
  8. “Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos”.
  9. “Total parcial: te quiero. Total general: te amo”.
  10. “¿Quién está dispuesto a desplazarse, a desaforarse, a descentrarse, a descubrirse?”.
  11. “Cuando los amigos se entienden bien entre ellos, cuando los amantes se entienden bien entre ellos, cuando las familias se entienden bien entre ellas, entonces nos creemos en armonía. Engaño puro, espejo para alondras. A veces siento que entre dos que se rompen la cara a trompadas hay mucho mas entendimiento que entre los que están ahí mirando desde afuera”.
  12. “Pobre amor el que de pensamiento se alimenta”.
  13. “Para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero”.
  14. “Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella”.
  15. “Hacés demasiado caso de unas pocas metáforas”.
  16. “Y así es cómo los que nos iluminan son los ciegos”.
  17. “Vos no podrías, dijo. Vos pensás demasiado antes de hacer nada. —Parto del principio de que la reflexión debe preceder a la acción, bobalina”.
  18. “Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes”.
  19. “Usaba las haches como penicilina”.
  20. “El alacrán clavándose el aguijón, harto de ser un alacrán pero necesitando de su alacranidad para acabar con el alacrán”.
  21. “¿A vos no te pasa que te despertás a veces con la exacta conciencia de que en ese momento empieza una increíble equivocación?”.
  22. “Pero lo malo del sueño no es el sueño. Lo malo es eso que llaman despertarse…”.
  23. “Heste Holiveira siempre con sus hejemplos…”.
  24. “No se puede querer lo que quiero, y en la forma en que lo quiero, y de yapa compartir la vida con los otros. Había que saber estar solo y que tanto querer hiciera su obra, me salvara o me matara”.
  25. “La felicidad tenía que ser otra cosa, algo quizá más triste que esta paz y este placer, un aire como de unicornio o isla, una caída interminable en la inmovilidad”.