Valeria González: “El modelo hegemónico de gestión planetaria no es sustentable"

A raíz de las Becas Proyecto Ballena a la Investigación Artística, que acaba de anunciar el Ministerio de Cultura de la Nación, la secretaria de Patrimonio Cultural, Valeria González, se refirió a la convocatoria, que finaliza el 30 de julio, y que tiene por objeto seleccionar diez proyectos artísticos para realizar una investigación artística que permita la articulación de las prácticas artísticas contemporáneas con el contexto de reflexiones y discusiones que plantea Proyecto Ballena 2021.

El Proyecto Ballena es un espacio del Ministerio de Cultura de la Nación destinado a generar encuentros entre diversos referentes de la vida política y cultural latinoamericana para elaborar alternativas que ayuden a pensarnos en un presente mejor. Durante 2021 el eje problemático del Proyecto Ballena será la T/tierra.

-¿Cómo nacen las Becas Proyecto Ballena a la Investigación Artística?

-Desde la primera edición de Proyecto Ballena, en diciembre 2020, se consideró fundamental la participación de las prácticas artísticas, porque sabemos que el pensamiento no sólo se ejerce y expresa verbalmente sino también a través de las imágenes y la imaginación, así como desde la puesta en juego del cuerpo. Ya para la segunda edición 2021, y con un horizonte de trabajo más amplio, nos propusimos profundizar este lazo generando un estímulo concreto hacia el desarrollo del arte como forma singular de investigación.

-¿Qué criterios primarán a la hora de seleccionar los proyectos ganadores?

-Un primer criterio es el aporte al eje de reflexión de Proyecto Ballena, la T/tierra, cómo los conflictos marco y microambientales encarnan en diversas realidades en localidades, zonas o regiones de cualquier parte del territorio argentino. Se espera de una investigación artística que pueda plantear maneras singulares de encarar dichos problemas. Por ejemplo, cruzando disciplinas o saberes que de otro modo no se encontrarían, o imaginando nuevos lazos entre pasados y presentes, o trabajando en vinculación con comunidades específicas, o cuestionando y creando nuevas formas de representar o mapear esos problemas… La lista de posibilidades es virtualmente infinita porque, precisamente, a diferencia de las demás disciplinas, el arte contemporáneo es una práctica inespecífica de intervención poética o crítica en cualquier campo de la realidad social. Al arte le preocupan los mismos temas del presente que a las ciencias, pero, a diferencia de ellas, no necesita probar que una hipótesis es verdadera, sino imaginar o mostrar qué puede o podría hacerse bajo tal suposición.

Valeria González, secretaria de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación. Foto crédito: Catalina Bartolome.

-¿Por qué consideran necesario reflexionar sobre la tierra, el impacto ambiental y social?

-El deterioro ambiental y la crisis de habitabilidad de la Tierra (para humanxs y muchos otros seres) es uno de los temas mejor probados científicamente que poseemos. El modelo hegemónico de gestión planetaria no es sustentable: el “apocalipsis” ya sucedió y el desafío es ponerle freno.

"Proyecto Ballena reúne pensadores y activistas de diversas ramas para escuchar sus propuestas de alternativas. El rol del arte es fundamental, porque la base de ese modelo de “progreso” predatorio y desigual es perceptivo, es sensorial. Se trata de poder cuestionar cosas que nos parecen tan “naturales” como que los seres humanos somos los únicos actores y dueños en un escenario de entes pasivos llamado mundo", señaló González.

-¿A qué artistas están dirigidas las becas?

-A toda/todo artista argentina/o que se interese en participar. El arte como forma de investigación es post-disciplinario: no tiene límites previos en cuanto a sus procedimientos, o sus formatos o lenguajes de producción. Si bien la presentación se realiza formalmente bajo la representacion y responsabilidad de una persona, pueden ser también trabajos grupales.

-¿Hay más conciencia ambiental en la comunidad artística a la hora de encarar un proyecto? 

-No diría en términos cuantitativos que hay más conciencia ambiental en la comunidad artística que en cualquier otra comunidad de trabajo. Destacaría, nuevamente, el diferencial sensible e imaginativo de la actividad artística. Pensar un mundo liberado de la condena mortífera del Antropoceno es en gran parte una tarea estética, porque implica garantizar sensibilidades capaces de percibir otros horizontes.

Hasta el 30 de julio se reciben proyectos para aplicar a las Becas Proyecto Ballena a la Investigación Artística.