Las políticas de inclusión en el MNBA también molestan
Las políticas de inclusión en el MNBA también molestan

Las políticas de inclusión en el MNBA también molestan

Una semana después de la inauguración de las 18 salas, el diario La Nación publicó un artículo que cuestiona la seguridad de las obras.

El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) desmiente los contenidos malintencionados de una nota publicada en el diario La Nación el domingo 30 de agosto sobre el cuidado del patrimonio del museo nacional.

La aparición del artículo una semana después de que la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, inaugurara por cadena nacional 18 flamantes salas que albergan lo más refinado de la colección del siglo XX del museo no puede pensarse como fortuita coincidencia.

En respuesta a lo señalado en la nota referida, el MNBA afirma:

  1. Las obras no se trasladaron cuatro veces desde las reservas hacia las salas. Solo lo hicieron cuando se colgaron, y estuvieron guardadas en la reserva del museo, en las condiciones de humedad y temperatura que el Departamento de Conservación institucional dispone en sus protocolos internos. En resumen, se mudaron en dos oportunidades: de las salas a la reservas (diciembre de 2013) y de las reservas a las salas (julio/agosto de 2015).

  2. Bellos Jueves es un ciclo que se lleva a cabo el último jueves de cada mes desde abril de 2014. Se realizaron ocho ediciones el año pasado y cinco en lo que va de este. Jamás hubo informe técnico alguno, ni interno ni externo, que señalara deficiencias en el cuidado del patrimonio o riesgos para las obras, ni tampoco incidentes. Tal ausencia absoluta de episodios que lamentar se debe a que el museo cuenta con un equipo de museografía y gestión de colecciones altamente calificado, responsable de colgar las intervenciones de los artistas contemporáneos en diálogo con el patrimonio, amén de productores propios, que tienen muchos años de trabajo en el museo, y un staff de guardianes de sala y personal de seguridad calificado y con años de experiencia que sabe administrar la cantidad de visitantes por salas, y el movimiento tanto de artistas como de público sin ningún riesgo para las obras.

  3. El ciclo de intervenciones a la colección tiene como objetivo explícito resaltar el extraordinario acervo que posee el museo. Las intervenciones buscan atraer un público más joven, que no suele acercarse al museo, para que comience a disfrutar del patrimonio de todos. Entre 2500 y 3000 personas se acercan a cada Bellos Jueves, y varios centenares, cuando no miles, quedan afuera porque la capacidad de las salas está colmada.

  4. En referencia a los supuestos riesgos que trae la amplificación de sonido, el MNBA ratifica que solo se utiliza para las voces de los cantantes. Nunca se programan en las salas baterías, bajos o percusiones voluminosas. Además, las salidas musicales de las bandas indies convocadas tienen una extensión máxima de entre 20 y 25 minutos, y las salas designadas suelen rotar de mes a mes. Los decibeles de la música, en tanto, son siempre controlados in situ por el staff del museo nacional para evitar cualquier tipo de vibración que pudiera registrarse.

  5. La rotación de obras de la colección y puesta en valor para exponer en los Bellos Jueves es algo sobre lo que los curadores y el personal de gestión de colecciones trabaja con ahínco y con meses de antelación. En cada edición, una obra del patrimonio institucional se expone en el hall central para que se conozcan piezas que o no fueron expuestas nunca, o se exhibieron décadas atrás. El año pasado fueron pinturas; este año, esculturas. Es inédita esta política de exposición de la colección en un ciclo de estas características.

La gestión actual del MNBA, lejos de poner en riesgo el patrimonio, tiene como una de sus preocupaciones centrales incorporar obras nuevas al acervo del museo. A través de su Nueva Política de Adquisiciones, en los dos últimos años, el museo compró, con los fondos que le asigna el presupuesto, obras de los años noventa como nunca lo había hecho en su historia, cubriendo faltantes en la colección, que no se renovaba en forma sistemática desde hacía décadas. Además, se lograron donaciones de obra realizadas por importantes empresas nacionales, artistas, coleccionistas y por la Asociación de Amigos del MNBA, que inició un programa de adquisiciones propio en línea con el del museo. En total, a través de estas políticas de donaciones y adquisiciones, se incorporaron en los últimos dos años más de 370 objetos al patrimonio nacional.

Continuando con el cuidado y conservación del patrimonio, se han comprado planeras para la conservación de papel, gracias a gestiones con la Asociación de Amigos, y nuevos racks o paneles móviles para las diferentes reservas que tiene el museo. Sin contar las decenas y decenas de obras que fueron restauradas para las muestras temporarias patrimoniales, que alcanzaron en estos últimos años un récord en el calendario de exposiciones del museo nacional (Memoria de la escultura, La hora americana, La seducción fatal, Sorolla, La pintura nórdica, por nombrar solo las principales).

El patrimonio edilicio, con la ampliación de 3200 metros cuadrados que implica la reapertura de 18 salas, también fue puesto en valor, dando fin a una obra que se inició en la gestión anterior. Además, la fachada del edificio fue renovada por completo e iluminada.

Tanto el ciclo Bellos Jueves como las actividades programadas en julio por las vacaciones de invierno o en La Noche de los Museos, entre otras iniciativas, buscan ampliar los públicos que se acercan al MNBA. El incremento en la cantidad de visitantes confirma el logro del objetivo: se pasó de 350 mil en 2013 a 385 mil en 2014. Este año, se espera que, con la reapertura de las 18 salas del primer y segundo pisos, y un atractivo calendario de muestras temporarias, la cifra supere los 450 mil visitantes.

El MNBA, en concordancia y armonía con las políticas que traza el Ministerio de Cultura de la Nación, creado en mayo de 2014 por la Presidenta, ratifica su voluntad de seguir incorporando obras al acervo nacional, exponiéndolas en salas con los más altos estándares de la museografía internacional y generando programas, como Bellos Jueves, que atraigan a un público cada vez más amplio y diverso.