La presidenta presentó el Centro Cultural Kirchner
La presidenta presentó el Centro Cultural Kirchner

La presidenta presentó el Centro Cultural Kirchner

El espacio, de unos 100.000 metros cuadrados, es el más grande de América Latina y funcionará en el histórico Palacio de Correos.

El jueves 21 de mayo, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, puso en funcionamiento el Centro Cultural Kirchner en el histórico Palacio de Correos, declarado Monumento Histórico Nacional desde 1997.

Como parte de las celebraciones por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo se presentó este espacio, que resulta el emprendimiento de infraestructura cultural más importante de Latinoamérica, ocupando una superficie total de 100.000 metros cuadrados.

El trabajo mancomunado de los ministerios de Cultura y de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, en el marco del Plan Nacional Igualdad Cultural, se traduce en un proyecto que pone de manifiesto el valor arquitectónico del edificio, con un proyecto en el que se combinan los estilos clásico y moderno.

La inauguración incluyó una recorrida por los sectores más representativos del predio: La Plaza Seca, La Ballena Azul, La Gran Lámpara y La Cúpula, permitiendo enarbolar y valorizar la concepción histórica, social y cultural del edificio.

En 2006 el expresidente Néstor Kirchner resolvió convertir este edificio abandonado y con gran parte de sus áreas en desuso en un centro cultural de excelencia, con sentido federal e inclusivo, en el que puedan expresarse todas las manifestaciones artísticas y estén al alcance de todos. En 2012 el Congreso de la Nación decidió que se denomine Centro Cultrual Kirchner, llevando así el nombre de quien lo impulsó.

Esta apertura, que concretó la presidenta de la Nación, se realizó luego del lanzamiento de la obra en el año 2010, en la que se efectuó la restauración edilicia del Palacio, dejando en marcha la obra para todo el resto de los metros cuadrados que ocupa el predio.

En esta primera etapa de apertura del Centro Cultural Kirchner se podrá acceder a los atractivos principales del área nueva, como la sala de conciertos de La Ballena, con capacidad para 1750 personas; La Cúpula, desde donde se puede ver toda la ciudad; y el espacio La Gran Lámpara, una estructura vidriada colgante sostenida desde un entramado de vigas Vierendeel. Además, se podrá recorrer la Plaza Seca, debajo de la Ballena Azul, desde donde se puede ver el resto del espacio.

Para albergar la heterogénea y amplísima programación artística que ya está pensada para el Centro Cultural Kirchner, se cuenta con una sala de música de cámara denominada Sala Argentina para 540 espectadores ubicada en el subsuelo.

A lo largo de los próximos meses se irán concluyendo las distintas obras -de conservación, restauración y puesta en valor- que permitirán disfrutar en su totalidad al antiguo Palacio de Correos, ahora convertido en un espacio artístico y educativo.

La obra

Los trabajos de restauración y puesta en valor incluyeron las cuatro fachadas del edificio y una parte interna cuyo frente da a calle Sarmiento; estas obras comenzaron en 2009 y abarcaron los amplios salones ceremoniales como el Salón de Honor –en el 2º piso- y la Sala Eva Perón –en el 4º-; la puesta en valor de la luminaria antigua, recuperación de teselas francesas, herrería y carpintería en general.

Para llevar a cabo esta nueva infraestructura se demolió el interior de una parte del edificio en la zona delimitada por las avenidas Alem y Corrientes, y la calle Bouchard, preservando siempre la fachada exterior del edificio. Entre otras cosas, fue necesario excavar hasta un 3º subsuelo para fundar los cimientos y erigir una gran jaula de hierro que sostiene la fachada interior.

La Cúpula resultó de la recuperación de un espacio residual que mantuvo su estructura en la que fueron reemplazadas las pizarras (tejas) por un vidrio facetado que junto a un sistema lumínico computarizado (de luces de led) se convierte en un atractivo para la ciudad. Este lugar de usos múltiples cuenta con mobiliario móvil, un escenario levadizo con luces escénicas, bancos laterales de pinotea y un exclusivo sistema de refrigeración.

La obra, que fue proyectada por los arquitectos Enrique Bares, Federico Bares, Nicolás Bares, Daniel Becker, Claudio Ferrari y Florencia Schnack, se constituirá en el Centro Cultural más grande de Latinoamérica, con la envergadura de los edificios culturales más importantes del mundo, tales como L’ Auditori, de Barcelona; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid; el Tate Modern de Londres; y el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, de París.

Ninguna de las intervenciones realizadas -ni tampoco las nuevas incorporaciones arquitectónicas del conjunto- dañarán el estilo neoclásico de esta joya arquitectónica proyectada por el francés Norbert Maillart, que comenzó a construirse en 1889 pero que recién se inauguró septiembre de 1928.