La Argentina concretó la devolución de cientos de piezas arqueológicas a Ecuador
La Argentina concretó la devolución de cientos de piezas arqueológicas a Ecuador

La Argentina concretó la devolución de cientos de piezas arqueológicas a Ecuador

Por iniciativa propia y sin intermediarios, el país restituye patrimonio a una nación hermana. También se entregarán 4150 objetos a Perú

Tras una investigación judicial que demandó 15 años, la Argentina, a través del Ministerio de Cultura de la Nación, efectivizó el viernes 15 de enero la devolución de 439 piezas arqueológicas completas a Ecuador, entre las que hay vasijas silbadoras, esculturas eróticas, apoyanucas, pipas, cinceles, botellones, adornos, textiles y artesanías de cerámica, oro y hueso.

Se trata de materiales de valor histórico y científico, en correcto estado de conservación, que fueron secuestrados en 2000 y 2007 por la Policía Aeronáutica cuando eran comercializados de manera ilegal en locales y casas particulares del país.

Algunas de las piezas restituidas son cerámicas milenarias de la cultura valdivia (de la costa sur ecuatoriana), considerada la primera cerámica americana (su antigüedad se estima entre los 3500 y 1800 años a. C.). Otros bienes, pertenecen a las culturas tuncahuan, chorrera (900-300 años a.C.) y bahía (500 años a. C. a 650 años d. C.). En la dotación, se incluyen objetos pintados en técnica de negativo, de gran singularidad. 

Además, en los próximos días, se devolverán a Perú 4150 objetos recuperados, entre los que se cuentan representaciones de las culturas peruanas chavin, cupisnique, moche, wari, chimú, zazca, chancay e inca.

“Ofrecer algo querido a otra persona es una de las satisfacciones que distingue la calidad humana. Que el pueblo de una nación restituya a un país hermano estos objetos para que se aprecien en su antiquísimo contexto de origen es inédito y profundamente conmovedor”, sostiene el secretario de Patrimonio Cultural, Américo Castilla.

Historia de la recuperación

El proceso comenzó en 2000, cuando el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL, órgano de aplicación de la Ley Nacional 25.743, que protege el patrimonio arqueológico y paleontológico) brindó un curso de capacitación a la entonces Policía Aeronáutica Nacional. El objetivo era detectar casos de tráfico ilegal de bienes culturales, cuarto delito en el ranking internacional de comercio ilícito.

“Gracias a la capacitación, agentes del Aeropuerto Internacional de Ezeiza pudieron detectar piezas precolombinas originales que un turista extranjero había comprado en la calle Florida como souvenir”, explica Diana Rolandi, directora del INAPL.

A partir de entonces, se iniciaron investigaciones y allanamientos a locales comerciales, donde se secuestraron piezas que estaban en venta. Estos procedimientos contaron con la colaboración de investigadores del INAPL, el Conicet, las universidades de Buenos Aires y de La Plata, y el Museo Etnográfico.

Además de material arqueológico, se hallaron restos paleobotánicos y paleontológicos originarios de América, Europa y Asia.

En 2001, se designó al INAPL como depósito judicial de los bienes y se le entregaron las primeras cajas con restos. Entre 2003 y 2005, se realizaron los peritajes. Dos años después, un nuevo allanamiento secuestró más materiales. Luego de reiteradas solicitudes, en 2014, la Justicia permitió al INAPL comenzar a decomisar lo incautado, registrarlo, expedir certificados de exportación y restituir las piezas a los países de origen. Estas acciones estuvieron a cargo de la Dirección del Instituto y el personal del Registro Nacional de Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos (RENYCOA), y también intervinieron agentes verificadores de Aduana, profesionales y técnicos de los países destinatarios de los tesoros, la empresa de embalaje y transporte, y una consigna de la Policía Federal, División Interpol.

Tras la sanción de la Ley 25.743, en 2003, el país concretó devoluciones menores en cantidad a Colombia, Perú y Ecuador. En conjunto, suman entre 15.000 y 20.000 los objetos hallados en los últimos 15 años, fruto de la concientización promovida por el Estado nacional sobre la importancia del patrimonio.

Con esta devolución, la Argentina defiende el valor del patrimonio cultural y expresa su vocación por respetar la memoria y la identidad de los pueblos. Un antecedente diferente fue el caso de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, que, en 2014, y solo luego de una larga disputa, aceptó restituir objetos incas (en su mayoría, fragmentos de cerámicas) reclamados por Perú. Estas piezas habían sido sustraídas de Machu Picchu por el explorador estadounidense Hiram Bingham en 1912.