El tango, las murgas y la Quebrada de Humahuaca como expresiones del patrimonio vivo
El tango, las murgas y la Quebrada de Humahuaca como expresiones del patrimonio vivo

El tango, las murgas y la Quebrada de Humahuaca como expresiones del patrimonio vivo

Especialistas debatieron el miércoles 12 de agosto en un encuentro que se realiza en el Centro Cultural Kirchner
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En el marco de las conmemoraciones por el 24 de marzo, en el Museo de la Historia del Traje, grandes murgueros afectados por la dictadura militar, contaron cómo y por qué las murgas son un espacio para ejercer memoria.

"Procesos de patrimonialización de manifestaciones culturales inmateriales: el caso del tango, las murgas de la Ciudad de Buenos Aires y la Quebrada de Humahuaca" fue el título de una mesa de debate realizada el miércoles 12 de agosto durante el Primer Encuentro Nacional de Patrimonio Vivo, que, organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación, concluye el jueves 13 en el Centro Cultural Kirchner, con entrada gratuita.

El magíster en Geografía Roberto Bertoncello y la directora provincial de Patrimonio de Jujuy, Lina Rodríguez, se explayaron acerca de la Quebrada desde que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

“El patrimonio es hoy uno de los grandes atractivos valorizados por el turismo porque aparece como uno de sus grandes proveedores”, sostuvo Bertoncello. En ese sentido, el especialista mencionó como un factor positivo “la posibilidad de obtener recursos para la conservación del patrimonio”, en tanto que marcó como aspecto negativo el hecho de que “el turista deteriora y utiliza el patrimonio como algo banal”.

Para Bertoncello, “el turismo hace uso del patrimonio según sus intereses y no de las funciones patrimoniales”. Sobre el caso puntual de la Quebrada de Humahuaca, añadió: “Históricamente, es un destino turístico”, sin embargo, la declaración “acarreó más problemas, porque, a diferencia de lo que muchos creen, la patrimonialización está presente para unos pocos”.

Por su lado, Rodríguez se refirió a las gestiones que realizó el Ente Cultural en relación a Humahuaca. “Entre abril y junio de 2003, convocamos a comisiones locales de sitio y comunidades originarias a encuentros de reflexión, transcurridos los diez años de inclusión de la Quebrada en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco”, precisó.

En aquellos encuentros –enumeró la funcionaria– se planteó que las comunidades no fueron beneficiadas, que se desató una especulación inmobiliaria, y que los turistas que visitan los sitios arqueológicos no respetan a la comunidad.

Esto llevó a proponer “la gestión participativa del sitio, cuya misión debe radicar en la preservación y administración eficiente en el marco de un desarrollo económico sustentable, además del respeto por la identidad, visión e intereses de la comunidad local con el propósito de la apropiación y la conservación del paisaje”, concluyó Rodríguez.

Más tarde, el especialista de la Unesco en el Programa Subregional para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial Vivo, Julio Bassan, dedicó su exposición al tango y, en particular, al rol fundamental que cumplen las milongas.

“Se tratan de reductos donde el objetivo primordial es bailar tango, pero no se limita solo al baile, es también sentirse identificado con una canción o un acorde”, sostuvo el también bailarín del género.

Bassan continuó relatando lo que ocurre en las milongas: “Hay una pista de baile en el centro, hay una barra, mesas y sillas, y hay, sobre todas las cosas, muchos códigos de pista”. “Cuando uno entra a la milonga, no toma a una mujer directamente para sacarla a bailar, el contacto visual es el primer hola en la milonga”, siguió el especialista.

Otro punto que destacó en su exposición fue la tensión que suele existir entre lo tradicional y lo nuevo: “Muchos jóvenes de hoy van a las milongas con jeans y zapatillas y eso no siempre cae bien, sobre todo entre aquellos que ya peinan canas y han tenido la posibilidad de vivir la época de oro del tango”.

Para el bailarín, “las milongas son el corazón del tango, son un reducto donde no importa la situación social o económica, incluso no interesa el país de origen de las personas”.

El músico, poeta y murguero Ariel Prat sostuvo que la murga es “una identidad, un sentimiento de rabia y de orgullo que se baila y que, como sujeto vivo, dinámico y comunitario, se va transformando".

Durante su exposición, Prat indicó que la Ordenanza Municipal 52039 dictada en 1997 en la Ciudad de Buenos Aires transformó en sentido positivo al movimiento murguero, al otorgarle mayor legitimidad.

La antropóloga Analía Canale y la murguera Luciana Vainer, también presentes, se refirieron al efecto de la patrimonialización de la murga tras la sanción de esta ordenanza y el retorno de los feriados nacionales de carnaval.

Para Canale, "la ordenanza fue un punto nuclear porque les permitió a las agrupaciones murgueras que ya venían trabajando organizarse institucionalmente".

"La murga siempre vivió al margen, pero hoy en día está en todos lados, hay para todos los gustos y para todos aquellos que quieran participar. Esto es el patrimonio", opinó Vainer, quien, sin embargo, también fue crítica: “Estamos en un momento de chatura. Necesitamos una renovación, hacer que el festejo del carnaval crezca y seguir sosteniendo que la calle es nuestra y que el carnaval es una celebración de la vida", propuso.