Ben Walsh en la Casa Central de la Cultura Popular
Ben Walsh en la Casa Central de la Cultura Popular

Ben Walsh en la Casa Central de la Cultura Popular

Música
El artista australiano dictó un taller de percusión con materiales desechables.

Bidones de agua, baldes de plástico, palillos de madera o tachos de pintura vacíos: en apariencia, todos estos elementos son residuos; pero, con un poco de imaginación, pueden transformarse en instrumentos musicales. Así lo demostró Ben Walsh, el percusionista australiano invitado por la Embajada de Australia que dio un taller de Percusión de Desechos en la Casa Central de la Cultura Popular de la Villa 21-24, en Barracas, para todos los chicos, adolescentes y adultos que quisieran participar.

“Vamos a aprender a descubrir sonidos, a pensar en forma creativa y musical. Lo más importante es trabajar como un ensamble, como un equipo, para producir algo hermoso. Cuando le gente trabaja con instrumentos que no considera como tales, primero los ve solo como objetos, pero enseguida, en diez o veinte minutos, ya nadie se detiene a pensar en eso y empiezan a hacer música”, dice Walsh sobre el taller.

Es la primera vez que el músico visita la Argentina. “Tengo 39 años y fui artista toda la vida. Apenas terminé la escuela secundaria, comencé a hacer mi carrera, a tocar instrumentos y tambores, y así sobreviví. Cuando viajo por el mundo, me piden que comparta lo que hago. Es una buena vida”, cuenta.

Cuando el taller empieza, el clima es de total atención y entusiasmo. “Vamos a explorar objetos, a usar nuestra imaginación, y descubrir técnicas y sonidos. Podemos ser creativos de muchas maneras con objetos, la música está en nosotros”, indica a sus alumnos. Entre ellos está el embajador de australia, Noel D. Campbell, quien, lejos de todo protocolo, se sumó al grupo.

Lo primero que hace Walsh es enseñar a los alumnos a diferenciar los sonidos entre cada uno de los objetos que usarán como instrumentos. Hace sonar baldes, bidones, tachos y palillos para que todos puedan distinguirlos. Después, adopta el rol de director de orquesta y marca el rumbo de este concierto espontáneo que, en poco tiempo, comienza a sonar sincronizado. Hacia el final del taller, los sonidos que al principio eran aislados, suenan como uno solo, como el producto de un ensamble.

Walsh es considerado uno de los músicos de mayor renombre en la percusión dentro de Australia. Su carrera comenzó en 1994, cuando formó el trío de percusión con material descartable “Pablo Percusso”. A fines de los 90, formó la banda electrónica The Bird, de la que continúa siendo parte. A lo largo de sus veinte años de carrera, ha llevado sus creaciones por todo el mundo y ha dado muchos talleres sobre nuevas técnicas de percusión, para niños, adolescentes, adultos y profesionales de la música.

Al término del taller, dice sobre su visita a la Casa Central de la Cultura Popular: “Este lugar es hermoso, es lindo para la gente y para la cultura. Para mí es un lugar sagrado, porque el arte y la cultura son mi vida”.

Fotos: Romina Santarelli