Mariano D’Andrea es el nuevo director de Gestión Administrativa y Jurídica del Museo Nacional de Bellas Artes
Con 27 años de trabajo en el Museo Nacional de Bellas Artes, Mariano D’Andrea ocupa hoy el cargo de director de Gestión Administrativa y Jurídica. Egresado de la carrera de Abogacía, asume con un gran afán de cooperación y diálogo, no solo entre el acervo del Museo y los nuevos públicos, sino también entre los distintos organismo culturales de la región y del exterior.
–¿Cuál ha sido su recorrido profesional a la fecha?
–En relación con el Museo Nacional de Bellas Artes, ingresé en 1990, en el Área de Personal. Luego pasé al Área de Museografía –organización administrativa. En 1994, coincidiendo con mi titulación como Abogado (UBA), fui asistente de Dirección hasta 2003, donde me hice cargo del Área de Asuntos Legales hasta la fecha en que me presenté al Concurso de Delegado de Gestión Administrativa y Jurídica. En simultáneo, he ejercido de forma autónoma en las ramas del derecho civil, comercial y laboral.
–¿Qué podés destacar del lugar en dónde asumís?
–En 27 años de trabajo en el Museo Nacional de Bellas Artes, y en mi larga recorrida por distintas áreas, puedo asegurar que conozco en profundidad la Institución tanto en sus fortalezas como debilidades, destacando especialmente su colección/acervo, quizá el más importante de toda la región. Es una Institución paradigmática de la cultura de nuestro país que nos permite apreciar la historia de la Argentina, sus distintos movimientos y posicionamiento. Además, conozco al personal y destaco la idoneidad, las calidades personales y profesionales del staff que actualmente presta servicios.
–¿Cuál cree que es la función pública de una institución cultural?
–Ante todo es un servicio público, prestado a través de una Institución de carácter nacional, de acuerdo con las normas y procedimientos que el ordenamiento administrativo y jurídico exigen, debiendo ser una gestión transparente con una administración óptima de sus recursos tanto públicos como los que reciba de patrocinios.
–¿Puede aportar un museo con la idea de federalizar la cultura? ¿Cómo?
–La descentralización es fundamental, pero ello se debe hacer con los estándares de seguridad que el traslado de obras de arte exige y que las instituciones que reciben obras reúnan las condiciones físicas y de seguridad. Armar exposiciones de la colección para que recorran el país. Y teniendo en cuenta las restricciones de espacio de exhibición, generar sedes en distintos puntos del país, como hoy existe en Neuquén.