Un recorrido por los objetos de culto de San Martín

José Francisco de San Martín Matorras, así su nombre completo, falleció el 17 de agosto de 1850, tras una vida marcada por la lucha para la emancipación de América del Sur. Cada año, las y los argentinos celebramos al máximo prócer de nuestra historia. Su figura está esculpida en bronce en cada plaza de cada pueblo de nuestro país, pero es su dimensión humana la que sigue ejerciendo una importante fascinación entre nosotros, generación tras generación.

El Museo Histórico Nacional (MHN) conserva algunos de sus pertenencias más importantes, esas que nos acercan a su persona. Allí se puede ver, por ejemplo, la reconstrucción exacta del dormitorio donde San Martín vivió sus últimos días en la ciudad de Boulogne, Francia. Las piezas originales fueron donadas en 1899 por su nieta Josefa Balcarce y San Martín de Gutiérrez Estrada, quien realizó un croquis que permitó dar a cada una la ubicación exacta.

Además, se puede ver en el Museo la impresionante sala del Sable Corvo, custodiada por el Regimiento de Granaderos y precedida por la sala Armas del Pueblo, con artefactos que pertenecen a las milicias y personajes históricos que lucharon por la soberanía.

San Martín compró el sable en Londres en 1811 y lo acompaño en todas las batallas por la independencia. Se destaca por su sencillez ya que no posee piezas de oro, arabescos ni otros materiales costosos populares para la época. Tiene una hoja de "acero de Damasco”, conocido por su gran calidad, filo, resistencia y por ser muy liviano. Por pedido del General, tras su muerte, fue legado a Juan Manuel de Rosas.

Otra pieza importante en la colección es su famoso daguerrotipo. En 1848, José de San Martín posó en dos tomas para los únicos daguerrotipos que se conocen de él. El original se encuentra en el Museo Histórico Nacional, el otro se extravió, aunque se pudo conocer la imagen gracias a las reproducciones fotográficas que su hija Mercedes realizó para regalar a los mejores amigos de su padre. En los daguerrotipos, San Martín tiene 70 años.

Pero además de los objetos de culto que conocemos, el Museo Histórico Nacional conserva un amplio patrimonio sanmartiniano, que incluye mucha de su vestimenta y elementos de uso personal.

Para acercarse a él, el Departamento de Educación de la institución preparó un recurso educativo virtual en 2020, en el marco del programa Seguimos Educando del Ministerio de Educación como una orientación para los docentes. Allí se puede recorrer de forma interactiva una pequeña colección de indumentaria, accesorios, objetos y retratos para acceder por otro camino a la historia de José de San Martín y a su proyecto de liberación continental. Se trata una invitación a pensar de manera entrecruzada la materialidad de los objetos y los procesos históricos.

Además, se produjo un material también interactivo para que las y los chicos puedan juegar, en el aula o en su casa, con los 10 objetos para llevar en el Cruce de los Andes. ¿Qué objetos llevó San Martín? ¿Cómo sería cruzar hoy la cordillera? ¿Qué cosas llevarían para el viaje? Son preguntas disparadoras para pensar y divertirse.

En esta nota, seis de los objetos de este recorrido virtual que son parte del patrimonio del Museo Histórico Nacional.

Sombrero Elástico o Falucho

San Martín se formó en Europa como militar y esa experiencia fue muy bien recibida cuando regresó a América. Este sombrero llamado “falucho” era común entre jefes militares. Si bien los faluchos generalmente eran coloridos y tenían adornos de plumas, algunos eran más simples y rígidos, como este de color negro que perteneció a San Martín.

Mide 47 cm de largo, lleva un cintillo y dos galones transversales de hilos metálicos. Su recubrimiento en tela engomada y cuero lo volvían impermeable y apto para el clima hostil. Por esta razón San Martín optaba por usarlo en sentido vertical, diferenciándose del estilo napoleónico, a fin de darle una mayor protección a su rostro

Charreteras del Uniforme

Estas charreteras las usó San Martín en su uniforme de Granaderos a Caballo, el regimiento que él mismo creó. Las charreteras se usan sobre los hombros y son símbolo de la autoridad de quien las usa. Tienen bordadas un sol, una estrella de ocho picos y el gorro frigio (símbolo de la libertad) en hilo y lentejuelas.

San Martín creó ese Regimiento cuando llegó a Buenos Aires en 1812. Lo hizo siguiendo el estilo de los ejércitos europeos más modernos de la época. Los granaderos lucharon por primera vez en el Combate de San Lorenzo, en 1813. Allí vencieron a las tropas españolas. Fue la única batalla que San Martín protagonizó en el actual territorio argentino

Miniatura de Remedios de Escalada

Este es un retrato miniatura de Remedios Escalada, que se casó con San Martín en 1812. Lo pintó Carlos Durand en 1817. Esta miniatura tiene 6 centímetros de alto y 5 centímetros de ancho. Se la ve a Remedios Escalada con un adorno de piedras sobre la frente y una peineta.

Estos retratos se pusieron de moda en Europa en el siglo XVIII, y también en América. Fue así hasta mediados del siglo XIX cuando aparecieron los primeros daguerrotipos.

Frazada del General San Martín

San Martín usó esta frazada en el cruce de los Andes, la expedición que dio inicio a su plan para liberar América. Cruzó junto a más de 5000 hombres y duró casi un mes.

Esta frazada es de lana teñida de color rosa fuerte con los bordes y decoraciones de color verde. Por sus puntos se puede ver que fue tejida en un telar.

Poncho Pehuenche

Los pehuenches le regalaron este poncho a San Martín. Es símbolo de la alianza que establecieron y un reconocimiento a su autoridad.

Frac como protector del Perú

Este traje lo usó cuando era Protector de la libertad del Perú. San Martín declaró la independencia en Perú y encabezó su nuevo gobierno.

Es de paño de lana blanco y tiene el cuello, los puños y el pecho de color rojo. Los bordados y la seda interior hacen muy vistoso el traje. Es un frac de tamaño pequeño, porque las personas eran más pequeñas que ahora.

El Museo Histórico Nacional se puede visitar de jueves a domingos y los feriados, en el horario de 11 a 19 horas. El ingreso es por orden de llegada, contemplando el aforo del museo. La entrada es gratuita. 

Fuentes: sitio del MHN y de Educ.ar.