Tiene 17 años, estudió en Nueva York y ahora organiza una gala solidaria en Lomas de Zamora

Patricio Di Stabile es bailarín clásico. Tiene 17 años, pero tenía 16 cuando se postuló a Becar Cultura, el Programa de Cooperación para la Formación, Investigación y Creación Artística que apoya la movilidad internacional de artistas y profesionales de la cultura para que se capaciten o realicen proyectos artísticos en el extranjero.

Con 16 años, y habiendo ganado previamente una beca completa de estudios en la Ballet Academy East de Nueva York, el Ministerio le otorgó los pasajes para poder viajar. Así fue como el joven bailarín hizo un grand jete del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, donde estudiaba, a la ciudad que nunca duerme. Allí estudió durante un año con grandes maestros, tanto en ballet como en diferentes técnicas y tipos de danza.

“Esta experiencia me trajo mucho crecimiento, tanto en lo personal como en lo artístico. Dicen que el dinero mejor invertido es el que se utiliza para viajar. Viajar de por sí te abre la cabeza, y a mí, viajar un año completamente solo, a una ciudad diferente, con una cultura diferente, me hizo crecer mucho como persona y artísticamente. También aprendí a cocinarme, a lavarme la ropa, a estar solo. Fue crecimiento puro”, asegura Di Stabile, convencido de haberle sacado todo el jugo a esta experiencia: “Aprendí un montón en todos los sentidos. Conocí nuevas técnicas, otros artistas, otras compañías. Es un mercado y un sistema completamente diferente al que nosotros estamos acostumbrados acá. Siento que hice un click en mi carrera, me empecé a sentir más profesional desde ese momento. La escuela del Colón fue muy buena, pero yo quería probar algo diferente”.

Pero Nueva York no sería el punto más álgido de su salto. Estando allí, se postuló para representar a la Argentina en el International Ballet Competition, uno de los certámenes más importante del mundo, en el Teatro ruso Bolshoi, de Moscú. Aplicó mediante videos y quedó seleccionado. En Nueva York lo prepararon para el gran desafío. Y aunque el resultado no fue el que esperaba, se trajo consigo una valija llena de vivencias.

“Volver a la Argentina fue hermoso —dice—, ya lo necesitaba. Tuve un año bastante movido y necesitaba entender todo lo que pasó”.

El joven bailarín cuenta que aunque la Ballet Academy East ofreció renovarle la beca para este año, él decidió regresar: “Preferí dejarlo por ahora porque necesitaba volver”. Pero su regreso no pasó desapercibido. Está organizando su propia gala de ballet y música a beneficio de dos comedores: “Los peques”, de Monte Grande, y el merendero, de la Parroquia Santa Rosa de Lima, de Lomas de Zamora. Para esto, él mismo se encargó de convocar a bailarines del Teatro Colón, del Teatro Argentino de La Plata, de la Fundación Julio Bocca, entre otras grandes figuras. “Es una gala donde van a estar los clásicos. Yo voy a bailar Talismán con la primera bailarina del Colón, Carla Vincelli”, detalló. De algún modo, esta es la forma que eligió para devolver algo de lo que recibió.

“Sin la ayuda del gobierno hubiera sido imposible esto. Soy feliz de estar acá pudiendo bailar para mis vecinos, en mi país. Esto de devolver tanta ayuda que yo recibí me llena de emoción y hay que agradecerlo. Quiero agradecer muchísimo a Becar Cultura, al Fondo Nacional de las Artes, al municipio de Lanús, de donde soy yo, por el apoyo que me brindaron siempre; y a todos mis maestros y amigos de todo el mundo: ¡gracias!”.

Con todo el futuro en sus pies, Patricio Di Stabile sigue persiguiendo sus metas y dice que sus mayores expectativas están puestas en el baile: “Haciendo lo que amo, aprendiendo. Soy muy curioso por naturaleza, vivo entusiasmado y quiero conservar esa inquietud y seguir bailando que es lo que me hace feliz”.