Andrea Elías es la nueva directora del Museo Casa de Yrurtia

Es artista, investigadora, docente, curadora y gestora cultural y fue directora del Museo de Bellas Artes de Salta
Museos

Con la intención de hacer cada vez más accesible el patrimonio cultural que ofrecen los museos, Andrea Elías se propone intensificar el rol de la institución, a través de nuevas estrategias de comunicación con los visitantes. Hoy, es la nueva directora del Museo Casa de Yrurtia.

–¿Cuál fue tu recorrido profesional a la fecha?

–Mi recorrido profesional estuvo relacionado con diferentes campos del arte: la investigación, la docencia universitaria, la curaduría, la gestión cultural y, además, la práctica como artista. Este camino tiene para mí un significado especial, ya que constituye una manera de concebir la profesión, mi profesión en el arte. Mi trabajo en estos campos no funciona, entonces, de modo tal de producir conocimientos en compartimentos estancos –más allá que tienen su especificidad–, sino que ellos aportan herramientas para mi actual desempeño en la gestión de museos.

En 2001, comencé a enseñar Historia del Arte en la Universidad Católica de Salta, en una cátedra orientada al patrimonio artístico de la provincia, y en la que enseñé hasta 2016. Paralelamente, desde 2001 hasta 2005, fui becaria del Consejo de Investigaciones de la Universidad de Tucumán para realizar investigación sobre arte contemporáneo en Tucumán.

Mi labor en la gestión comenzó con proyectos de carácter independiente y federal. Recuerdo con mucho cariño el período (alrededor del año 2000) que formé parte del grupo de artistas tucumanos “El Ingenio”, en el que los artistas gestionaban exposiciones, participaciones en ferias, lugares de trabajo en común, etc., con un fuerte espíritu cooperativo. Desde 2003, organicé, desarrollé y colaboré en distintos proyectos de gestión y curaduría. En 2008 me convocaron para trabajar en la apertura de la nueva sede del Museo de Bellas Artes de Salta. Como Jefa de Acción Cultural desarrollé, hasta 2011, una serie de acciones que apuntaron a la profesionalización de las diferentes áreas.

Desde 2011 hasta 2017 fui directora del mismo Museo, y durante este período de gestión el objetivo fue fortalecer su especificidad, siguiendo su misión y la calidad institucional a través del servicio público, el nivel de sus contenidos, el estudio del público, la articulación con el sector privado, su participación en el desarrollo turístico y, fundamentalmente, su rol social en la comunidad local.

Mi recorrido profesional incluye además participaciones como jurado en diversos salones. Como artista plástica participé de residencias artísticas en el Centro de Arte contemporáneo Arteleku, en San Sebastián (España) y RIAA, residencia internacional de artistas en Argentina y de exposiciones como la Trienal de Chile: otro eje Norte-Norte (Argentina/Chile, 2009), Ego (Fondo Nacional de las Artes, 2008), Le crayon de la Nature (Francia, 2005), Construcciones (Festival de la Luz, Museo BB.AA., Santa Fe, 2004), entre muchas otras.

–¿Qué podés destacar sobre el museo?

–El Museo Nacional Casa de Yrurtia abrió sus puertas al público el 9 de julio de 1949. En 1942, el escultor Rogelio Yrurtia y su esposa la pintora Lía Correa Morales transfieren al Estado Nacional su casa del barrio de Belgrano con su mobiliario y obras de arte. La casona de fines de siglo XIX consta de un terreno de 1200 metros cuadrados y fue reformada y ampliada por el escultor Rogelio Yrurtia con el control de la obra a cargo del constructor Pedro Rossi. La casa obtiene en 1923 el Premio Municipal de Arquitectura por el diseño neocolonial de su fachada. A 67 años de su creación, este Museo se inserta en el panorama museológico internacional en el cual la tipología de las Casas-Museo cobra un auge cada vez mayor. Así lo demuestra la creación del Comité Internacional de Casas-Museo Históricas con el objetivo de hacer conocer y apreciar cada vez más ampliamente este patrimonio.

–¿Cómo dialogan los museos con el visitante en este siglo? ¿Cómo se acapara la atención de los nuevos públicos?

–Uno de los desafíos a los que se enfrenta la institución museo en la actualidad es concebir el museo en su rol social. Un aspecto de ello se expresa en la dimensión social del patrimonio que conlleva como reto volver cada vez más accesibles los acervos a una variedad de públicos, a través de experiencias in situ y también en el espacio público. Esta forma de concebir el museo y su patrimonio demanda, entonces, una transformación de las estrategias de comunicación y vinculación con los diferentes públicos. Por otro lado, es importante pensar en un nuevo vínculo con los visitantes a través de la mediación. La mediación es una práctica relativamente reciente en los museos que responde a las demandas que se desprenden de su progresiva transformación.

–¿Cuál creés que es la función pública de una institución cultural?

En el caso del Museo Casa de Yrurtia es un museo que depende del Estado nacional y que tiene un carácter público. Teniendo en cuenta esto, es de fundamental importancia fortalecer su misión en el marco del servicio público de calidad. Incrementar, conservar, investigar, exhibir y difundir su patrimonio es un servicio público, pues se trata de un patrimonio del Estado, pero además la educación y extensión al medio constituyen hoy el mayor desafío en ese sentido.

–¿Cómo se logra que la gente, los vecinos y los visitantes se apropien del museo? ¿Es pertinente pensar en un museo como un espacio de recreación, estudio o de paseo?

–El Museo Casa de Yrurtia afronta en la actualidad, como la mayoría de los museos de su índole, a nuevas demandas que repercuten en la necesidad de la actualización de su misión, su potencial participación en el desarrollo turístico y, fundamentalmente, la elaboración de programas efectivos destinados a abrir el museo a diferentes grupos sociales. En definitiva, la necesidad de convertir el museo en un lugar de participación y pertenencia.

–¿Puede aportar un museo con la idea de federalizar la cultura? ¿Cómo?

–Pienso que un museo de carácter nacional debe responder a una concepción federal de la cultura con una gestión orientada a políticas culturales nacionales que se materialicen en relaciones de cooperación e intercambio con instituciones afines y universidades. En el caso del Museo Casa Yrurtia, el objetivo en este sentido es el trabajo en redes.